Diagnóstico final: Neumoperitoneo secundario a perforación intestinal de divertículo de Meckel.

Discusión:

El divertículo de Meckel es un divertículo verdadero y la anomalía congénita más frecuente del aparato gastrointestinal. Esta malformación es causada por la obliteración incompleta del conducto vitelino, y consiste en una saculación congénita del borde antimesentérico del íleon. Los síntomas son infrecuentes y sólo aproximadamente un 2% de los individuos que presentan divertículo de Meckel padecen complicaciones. Estas últimas incluyen hemorragia, obstrucción, diverticulitis, perforación y tumores.

El mecanismo por el cual ocurre la perforación del divertículo de Meckel en neonatos aún no está claro, aunque una hipótesis aceptable es que la diverticulitis ocurre en el interior de la bolsa, dando lugar a la erosión de la pared y perforación resultante.

En este caso, el método diagnóstico de elección es la radiografía AP y lateral de abdomen, esta se realizó con aparatos de radiografía portátiles junto a la cuna del bebé en la UCIN. En las unidades de cuidados intensivos neonatales las radiografías se realizan por varios motivos, entre ellos: controlar la ubicación de catéteres y otros conductos, y para detectar signos de problemas pulmonares e intestinales. Aunque en este caso clínico, el neumoperitoneo (presencia de aire en la cavidad peritoneal) es bastante evidente, si la cantidad de aire fuera menor deberíamos realizar una radiografía en decúbito supino con rayo horizontal para poder confirmar el diagnóstico. Esta última proyección, se utiliza para pacientes encamados que no pueden mantener la bipedestación.

En cuanto al tratamiento de un recién nacido con sospecha de perforación intestinal, se debe realizar mediante cirugía laparoscópica. La laparoscopia es una intervención mínimamente invasiva que se utiliza para explorar el interior de la zona abdominal y pélvica del paciente, se realiza una mínima incisión cercana al ombligo por la cual se introduce una pequeña cámara llamada laparoscopio. De manera que, el laparoscopio transmite la imagen de los órganos internos a un monitor, a través del cual el cirujano es capaz de guiarse para realizar distintos procedimientos quirúrgicos. Por lo tanto, esta técnica además de facilitar el diagnóstico, permite tratar afecciones que se desarrollan tanto en pelvis como en abdomen.