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Caso 47

     
 

Autor:

 

Lucía Doval Galindo

 

 

DIAGNÓSTICO FINAL

DIAGNÓSTICO FINAL: Absceso hepático amebiano con extensión subcapsular

 

DISCUSIÓN:

El absceso hepático es la complicación extraintestinal más común de los abscesos piógenes. Los síntomas más frecuentes incluyen fiebre y dolor abdominal en el hipocondrio derecho. Se suelen desarrollar principalmente frente; colangitis ascendente, diseminación hematógena, inoculación directa o sobreinfección de lesiones hepáticas subyacentes. Entre los gérmenes más comunes encontrados están la E. coli y La K. pneumoniae.

En este caso había sospecha de que se tratase de un absceso producido por una infección por el protozoo Entamoeba histolytica. La sospecha se debía a la epidemiologia.

A partir de este momento voy a centrarme solo en las imágenes que se ven en este tipo de abscesos.

En el 70-80% de los casos son lesiones únicas y se localizan en el lóbulo hepático derecho, presentando una localización subcapsular.

Ecografía abdominal. Se usa mucho esta prueba que la aproximación diagnóstica que tiene para muchas patologías, sobre todo, para demostrar una lesión ocupante de espacio. Además, no irradia al paciente. En relación a los abscesos amebianos, se suelen mostrar como lesiones de morfología redondeada u ovalada hipoecogénica. Están delimitados por una pared gruesa, dejando su refuerzo acústico y con presencia en su interior de forma variable de ecos. Tienden a localizarse a nivel subcapsular.

TC de abdomen: Esta prueba nos aporta una vista general del abdomen y en ella podemos distinguir todas las estructuras. Esto nos permite ver la extensión de la lesión además de si está rota la cápsula del hígado. En relación a los abscesos, se presentan como lesiones focales redondeadas, bien delimitadas, hipodensas y con paredes gruesas entre 3 y 15 mm. Pueden presentar realce parietal y/o halo hipodenso de edema periférico. La cavidad central del absceso puede presentar septos y/o debris en su interior. La rotura del absceso y extensión extrahepática es relativamente frecuente, pudiendo presentar comunicación con la pared torácica, pleura, pericardio, cavidad abdominal y otras vísceras en contigüidad.

Se trata con Metronidazol. El drenaje del absceso suele ser innecesario, pero debe considerarse cuando el diagnóstico es dudoso, cuando hay mala respuesta al tratamiento o en grandes abscesos (como este) cuando hay riesgo de ruptura.

Cabe destacar que los hallazgos radiológicos pueden persistir hasta 2 años después de la resolución del cuadro clínico, por lo que la persistencia de las alteraciones radiológicas no debe suponer la reinstauración de tratamiento.

 

 

 

 

BIBLIOGRAFÍA

1.

Solares I, Kessler P. Liver abscess in «anchovy paste»; amebiasis alert. Rev Clin Esp. 2021 May;221(5):307-308. English, Spanish. doi: 10.1016/j.rce.2019.05.021. Epub 2020 Feb 10. PMID: 32057357

2.

Callejón Fernández M, Kohan R, López Lirola AM, Lecuona Fernández M. Absceso hepático amebiano en paciente procedente de Gambia [Amoebic liver abscess in a patient from Gambia]. Rev Esp Quimioter. 2023 Apr;36(2):214-219. Spanish. doi: 10.37201/req/106.2022. Epub 2023 Feb 2. PMID: 36727209; PMCID: PMC10066907.

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