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Caso 08

     
 

Autor:

 

José María Campillo Martínez

 

 

DIAGNÓSTICO FINAL

DIAGNÓSTICO FINAL: Hemorragia subaracnoidea por rotura de aneurisma de la arteria comunicante anterior.

DISCUSIÓN: La hemorragia subaracnoidea es un sangrado en el espacio situado entre el cerebro y las membranas que lo recubren. En ocasiones, se acompaña de un hematoma intracerebral. Se trata de una patología más frecuente en la edad media de la vida y afecta más a las mujeres.

El inicio de los síntomas suele ser brusco, y puede estar desencadenada por un esfuerzo, aunque, en muchos casos, no se encuentra un factor desencadenante.

El síntoma de aparición más frecuente es el dolor de cabeza, que destaca por su intensidad. A menudo el dolor predomina a nivel de la nuca, y suele acompañarse de náuseas y vómitos. El inicio puede ser también como un síncope, con o sin recuperación posterior.

La causa más frecuente es la ruptura de un vaso sanguíneo intracraneal anómalo, fundamentalmente de un aneurisma.

En un grupo de pacientes no se encuentra una causa de sangrado, atribuyéndose su origen a la ruptura de pequeños vasos tras un aumento brusco de la tensión arterial. Estas hemorragias tienen un carácter más benigno y mejor pronóstico.

El estudio diagnóstico de elección es la TC sin contraste, más accesible que la RM. Si la TC es negativa y la sospecha clínica persiste se aconseja la práctica de una punción lumbar, dejando transcurrir unas horas desde el inicio.

El estudio de elección para identificar la fuente de sangrado, si se sospecha un aneurisma, es la angiografía. La angio-RM y la angio-TC son muy sensibles para aneurismas de los vasos del polígono de Willis mayores de 5mm de diámetro, usándose más la angio-TC por su mayor accesibilidad, como se mencionó anteriormente.

Una vez diagnosticado el paciente se iniciará tratamiento con fármacos, aunque en los casos en que exista un hematoma cerebral asociado puede ser necesario operar al paciente de urgencias.

El siguiente paso es realizar una arteriografía cerebral para detectar la presencia de anomalías en los vasos sanguíneos cerebrales que hayan sido causas de sangrado.

Siempre que se puede se intenta tratar el aneurisma mediante embolización, un procedimiento que consiste en rellenar el aneurisma con unos filamentos de platino llamados coils para que no pueda entrar sangre en el saco y no vuelva a romperse. La embolización se realiza durante la arteriografía.

Angio-TC: Ejemplo de embolización

Cuando no es posible realizar la embolización es necesario operar al paciente. La operación consiste en la apertura de la cavidad craneal para localizar el aneurisma y colocar un clip (una especie de grapa) en el cuello del mismo para evitar el paso de sangre a su interior y por tanto una nueva ruptura.

 

 

BIBLIOGRAFÍA

1.

Senec.es. [citado el 19 de febrero de 2024]. Disponible en: https://senec.es/descargas/informacion-paciente/TRPTICO_HEMORRAGIA_SUBARACNOIDEA.pdf

2.

Vivancos J, Gilo F, Frutos R, Maestre J, García-Pastor A, Quintana F, et al. Guía de actuación clínica en la hemorragia subaracnoidea. Sistemática diagnóstica y tratamiento. Neurologia [Internet]. 2014;29(6):353–70. Disponible en: http://dx.doi.org/10.1016/j.nrl.2012.07.009

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