Claudicación intermitente por estenosis de arteria femoral superficial izquierda.
DISCUSIÓN
La estenosis es la disminución del flujo sanguíneo a través de la arterias principal o sus ramas. La oclusión es el bloqueo completo del flujo de sangre a través de la arteria principal o sus ramas. Es decir, la oclusión es el siguiente paso a la estenosis (más grave).
La arteriopatía periférica oclusiva es frecuente en las personas mayores porque a menudo es consecuencia de una ateroesclerosis (causada por la acumulación de placa en las paredes de las arterias), que se vuelve más frecuente con el envejecimiento.
La primera prueba de elección es el AngioTC, no invasiva que obtiene imágenes de alta definición anatómica, mediante el empleo de un equipo de TC Multidetector de última generación y de contraste yodado. La calidad de las imágenes permite realizar reconstrucciones en 2D y 3D gracias a estaciones de trabajo especializadas en el estudio arterial.
Podemos apreciar el calibre de los vasos (en este caso había estenosis), así como la presencia placas de ateroma (también se veían).
En caso de hallazgos patológicos o alteraciones realizamos una arteriografía. Esta es la prueba Gold Standar para claudicación intermitente, sin embargo se utiliza como segundo recurso al ser más invasiva. Se inserta un catéter en una arteria periférica, y posteriormente se avanza hacia la arteria que nos interese. Se inyecta contraste yodado a través del catéter. Como ventaja permite tomar radiografías en tiempo real para visualizar el flujo y alteraciones.
Los síntomas dependen de qué arteria esté obstruida y de la gravedad de la obstrucción. El diagnóstico se basa en la medición del flujo sanguíneo de las zonas afectadas. Para aliviar la obstrucción y reducir los síntomas, se administran medicamentos o se realiza una angioplastia. Esta consiste en meterse con un catéter hasta la zona de estenosis y esta se recanaliza con la propia vía (hidrofílica). Se utiliza un catéter con balón de angioplastia, por dentro de la placa de ateroma hinchamos el balón y pegamos la placa de ateroma a la pared de la arteria, consiguiendo aumentar el calibre del vaso.
Para el acceso a la arteria mejor hacerlo por debajo del ligamento inguinal, ya que al hacerlo por encima tenemos el riesgo de tener un sangrado oculto y no darnos cuenta.
A veces con la angioplastia no es suficiente (si no se recupera el calibre normal). El siguiente paso es poner un stent.
