Diagnóstico final: Carcinoma de mama izquierda Categoría BI-RADS 5
Discusión
El cáncer de mama es el tipo de tumor más frecuente en mujeres (se estima que lo padecerán a lo largo de su vida 1 de cada 8), si bien la mortalidad ha descendido gracias a las campañas de screening (o cribado), que han permitido detectar lesiones de menor tamaño con un mejor pronóstico, y a la eficacia de los tratamientos. El primer signo clínico se detecta mediante la autoexploración mamaria, con la aparición de un “bulto” (de ahí la importancia la ejecución de la misma en toda mujer una vez finalizada la pubertad). Además, este puede aparecer acompañado de dolor mamario, retracción cutánea o del pezón, piel de naranja, emisión de líquido sanguinolento, ganglios en axila o eccema con costras.
En este caso, se estudia a una paciente de 69 años con una lesión palpable en CSE de la mama izquierda, asociado a ganglio sospechoso en axila izquierda. El diagnóstico de sospecha del cáncer de mama se basa en tres pilares fundamentales: examen clínico, pruebas de imagen (mamografía y ecografía) y citología o biopsia.
Bajo este contexto, la prueba de primera elección es la tomosíntesis, una forma avanzada de mamografía que con dosis bajas de radiación permite una detección precoz del cáncer. Esta prueba presenta una serie de ventajas: permite la detección de microcalcificaciones y deformidades arquitectónicas y nos da una idea sobre la densidad mamaria, además de ser una técnica rápida que reemplaza de manera efectiva el uso de proyecciones focalizadas (disminuyendo el movimiento de las pacientes dentro y fuera de la sala, y con ello su ansiedad). En el caso estudiado, la tomosíntesis demostró la existencia de un nódulo hiperdenso, irregular y espiculado, de 21 mm, en el CSE de la mama izquierda. En esta localización, suelen afectarse en primer lugar los ganglios axilares, seguidos del grupo mamario externo, braquial, ápex o axilar central, y finalmente el grupo subclavio o la confluencia venosa yugulosubclavia. Esto tiene una gran repercusión en el pronóstico, dado que la afectación ganglionar es el factor predictivo positivo más importante de metástasis.
Posteriormente se realizó una ecografía mamaria y axilar bilateral (prueba complementaria de elección en el diagnóstico de cáncer de mama), ya que nos permite estudiar el área de interés previamente identificada como anómala, y examinar correctamente los ganglios linfáticos asociados. Además, es una técnica inocua, rápida y bien tolerada, económica, de fácil acceso, que permite controles repetidos y que sirve como guía para localizar lesiones no palpables y en biopsia con aguja y aspiración. En nuestro caso la prueba evidenció la presencia de un nódulo hipoecogénico, irregular, con márgenes espiculados, de 18x13mm. Se describió un patrón tisular heterogéneo, sin existencia de dilatación ductal ni alteración en la región retroareolar. A su vez, en la ecografía axilar bilateral se detectó una única adenopatía izquierda con engrosamiento cortical focal.
El Colegio Americano de Radiología (ACR) creó el sistema BI RADS (Breast Imaging Reporting and Data System) que, según el Instituto Nacional de Cáncer (NIH), se define como un “Sistema de informes que se usa para describir de manera estandarizada los resultados de las mamografías, ecografías mamarias o imágenes por resonancia magnética de las mamas”. Así, este sistema establece 7 categorías, que van desde un resultado normal o benigno hasta altamente sospechoso o maligno. En base a los datos recopilados tanto en la tomosíntesis como en la ecografía mamaria y axilar, se diagnosticó un caso de carcinoma de mama izquierda estadificado como BI RADS 5 (altamente sospechoso de malignidad).