6. DIAGNÓSTICO FINAL
DIAGNÓSTICO FINAL: apendicitis aguda
DISCUSIÓN
La apendicitis es una inflamación del apéndice que causa dolor en la fosa iliaca derecha del abdomen. Sin embargo, en la mayoría de las personas, el dolor comienza alrededor del ombligo, zona epigástrica, y luego se desplaza. La apendicitis se da más frecuentemente en personas entre los 10 y los 30 años y, además, los hombres tienen un riesgo algo mayor de presentar apendicitis que las mujeres.
Las pruebas que se realizan para guiar el diagnostico a la apendicitis son:
Un examen físico. En este se aplica una presión en la zona y cuando se libera, el dolor suele empeorar. Esto se debe a la inflamación del peritoneo y se denomina Blumberg positivo.
Un análisis de sangre. En esta podremos observar un aumento un aumento de leucocitos, neutrófilos y de reactantes de fase aguda (RFA).
En nuestro caso clínico tenemos un varón de 29 años que acude por dolor epigástrico que se ha irradiado a fosa ilíaca derecha de 12 horas de evolución. En las pruebas que nos guían al diagnóstico se observa Blumberg positivo y elevación de RFA. Estos datos hacen que guiemos nuestra sospecha clínica hacia una apendicitis aguda.
Tras la sospecha clínica de apendicitis aguda, se hace un estudio por imágenes. La prueba de elección para este caso es la ecografía y se debe a que es un estudio rápido, no invasivo y libre de radiación, lo cual es una ventaja porque se puede usar en niños y en embarazadas. Esta prueba tiene una alta especificidad para la apendicitis ya que se puede identificar el apéndice dilatado, apendicolitos o presencia de líquido periapendicular.
Las limitaciones de la ecografía es que es operador dependiente, lo que significa que dependerá de la experiencia y habilidad del personal sanitario.
En nuestro caso clínico, al hacerle la ecografía se observa alteración en la ecogenicidad de la grasa periapendicular, así como algunas láminas de líquido libre. Además, no se observa de forma clara ninguna estructura tubular que corresponda con el apéndice, esto puede deberse a una interposición gaseosa o una ubicación retrocecal del órgano.
Tras la realización de la ecografía, tenemos un diagnóstico no concluyente, aunque con alta sospecha clínica de apendicitis. Por estas razones, se solicita una TC abdominopélvico con contraste.
La TC tiene una mayor sensibilidad y especificidad que la ecografía. Además, puede identificar el apéndice inflamado, engrosado, con liquido periapendicular o con complicaciones como la perforación, abscesos o apendicitis gangrenosa.
Se hace una TC con contraste porque:
- Mejora la diferenciación del apéndice y estructuras circundantes. Gracias al contraste, se realzan los vasos sanguíneos y permite detectar el engrosamiento de la pared del apéndice, signos de inflamación y perfusión tisular.
- Evalúa la grasa periapendicular. Si se inflama la grasa circundante, aparecerá como un aumento de la atenuación.
- Detecta complicaciones. Cómo abscesos, que se observan como colecciones líquidas con realce periférico, perforaciones, donde se vería una extravasación de contraste
- Descarta diagnósticos diferenciales. Con otras patologías como: la diverticulitis de Meckel, adenitis mesentérica, PNA, CRU, tiflitis…
En nuestro caso clínico, al hacerse la TC se observa una estructura tubular dilatada con un diámetro de 17.9 mm, siendo el diámetro normal de un apéndice menos de 6-7 mm. Es un apéndice cecal desplazado a línea media, lo que sugiere una posición atípica y la razón por la que no se visualizaba de forma correcta en la ecografía. Además, parece que la pared del apéndice está engrosada y hay cambios inflamatorios en la grasa periapendicular, ya que se ve borroso y con un aumento de la densidad de la grasa circundante. Por otro lado, en el interior del apéndice observamos apendicolitos que son cálculos fecales que pueden obstruir la luz y dar inflamación u otras complicaciones.
En conclusión, estamos ante un caso de apendicitis aguda por el examen físico, analítico y los hallazgos encontrados en ecografía y en TC.