DIAGNÓSTICO FINAL: Estenosis uretral post-infecciosa y carcinoma vesical.
DISCUSIÓN
Paciente varón de 67 años con síntomas progresivos de vaciamiento vesical dificultoso, que incluyen disminución del calibre del chorro urinario y aumento del esfuerzo miccional que presenta flujometría con un patrón claramente obstructivo.
La uretrografía retrógrada (URG) y la cistouretrografía miccional seriada (CUMS) son los estudios radiológicos de primera elección ante la sospecha de obstrucción uretral. En este caso, la URG permitió visualizar una estenosis significativa, con una longitud aproximada de 4.5 cm y una luz residual de apenas 0.3 cm. La estenosis se mostraba como un estrechamiento fijo, sin deformidades dinámicas, y sin evidencia de extravasación, lo cual sugiere una lesión crónica de etiología probablemente post-infecciosa. Las estenosis bulbares post-infecciosas suelen deberse a uretritis gonocócicas o por Chlamydia, que provocan inflamación persistente seguida de fibrosis.
La CUMS, al incluir la fase miccional, aportó información funcional adicional. Se observó una uretra posterior no dilatada, y retención vesical postmiccional significativa, lo que confirma la repercusión funcional de la estenosis sobre el vaciado vesical.
Adicionalmente, los estudios de imagen revelaron hallazgos sospechosos en la vejiga. Durante la fase de llenado de la CUMS se identificó una deformidad parietal en la región anterolateral derecha del cuello vesical. Ante la sospecha de una masa, se completó el estudio con ecografía vesical con contraste intravenoso, una técnica cada vez más utilizada por su excelente rendimiento en la evaluación de lesiones vesicales sin requerir radiación ni catéter vesical.
En la ecografía contrastada, se observó una masa sólida, de 6 cm, en la pared anteroinferior derecha, que mostraba captación intensa y heterogénea del contraste en fase arterial precoz y lavado rápido en fase venosa, un patrón vascular típico de neoplasias uroteliales. La ecogenicidad mixta y los márgenes irregulares también son sugestivos de malignidad.
Para completar la evaluación uretral se propuso también la realización de una uretrosonografía retrógrada (USG-R). Esta técnica permite obtener imágenes axiales y longitudinales del segmento estenótico, valorar la fibrosis periuretral y planificar mejor la intervención quirúrgica. En este paciente, la USG-R confirmó un engrosamiento significativo de la pared uretral bulbar, con pérdida de la arquitectura normal y escasa distensibilidad del tejido, indicadores de una estenosis fibrosa estable.
En conclusión, el uso combinado de técnicas radiológicas convencionales (URG y CUMS), ecografía con contraste y ultrasonografía de alta frecuencia permitió caracterizar de forma precisa dos entidades clínicas coexistentes: una estenosis uretral crónica de origen post-infeccioso, y una neoplasia vesical con signos ecográficos sugestivos de malignidad. El enfoque por imagen no solo permitió establecer el diagnóstico sino también orientar la toma de decisiones clínicas.