DIAGNÓSTICO FINAL: Tumor pancreático maligno, con metástasis hepáticas e ictericia obstructiva.
DISCUSIÓN
Ecografía abdominal. Como primer estudio de imagen, dada la clínica de dolor en hipocondrio derecho e ictericia, se realiza una ecografía abdominal, prueba accesible, inocua y útil para la valoración inicial de la vía biliar y estructuras pancreatobiliares. En esta se evidencia el signo del doble rail (dilatación de la vía biliar intrahepática) así como una vesícula biliar distendida con paredes finas, compatible con obstrucción biliar no inflamatoria. Además, se identifica una lesión hipoecogénica, heterogénea, digitiforme, de bordes mal definidos, localizada en la zona del epigastrio (región pancreática). Estos hallazgos, junto con el signo de Courvoisier-Terrier positivo en la exploración física, orientan hacia un proceso obstructivo de origen tumoral.
TC abdominopélvico con contraste. La tomografía computarizada es el estudio de elección para la caracterización de la masa pancreática, evaluación de su extensión local, afectación vascular y búsqueda de metástasis. En este caso, la TC confirma la presencia de una masa hipodensa, heterogénea, de bordes mal definidos en la cabeza del páncreas, asociada a dilatación del colédoco y del conducto pancreático principal (signo del “doble conducto”) y múltiples lesiones hipodensas hepáticas, sugestivas de diseminación metastásica.
Diagnóstico diferencial. Incluye lesiones como tumores pancreáticos benignos (por ejemplo: cistoadenoma seroso), abscesos pancreáticos, quistes y tumores neuroendocrinos. Sin embargo, la combinación de hallazgos clínicos (ictericia, dolor en hipocondrio derecho y signo de Courvoisier-Terrier positivo), ecográficos (masa hipoecogénica heterogénea, digitiforme y de bordes mal definidos) y tomográficos (lesión hipodensa mal delimitada con metástasis hepáticas), es altamente sugestiva de un tumor pancreático maligno.
Este tipo de cáncer suele presentarse de forma insidiosa y, en muchas ocasiones, se diagnostica en fases avanzadas. A pesar de que la paciente es joven (edad inferior a la habitual para esta patología), los hallazgos clínicos y radiológicos son altamente sugestivos de un adenocarcinoma pancreático (90-95% de las neoplasias pancreáticas), por lo que debe considerarse el diagnóstico más probable. No obstante, el diagnóstico definitivo se establece mediante biopsia (del tumor y de las lesiones sugestivas de metástasis) imprescindible antes de iniciar cualquier tratamiento oncológico o quirúrgico.