DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL: Siringocele imperforado
DISCUSIÓN
El siringocele es una lesión típica de pacientes jóvenes, que puede cursar de forma asintomática o bien con signos irritativos, hematuria, predisposición a infecciones o goteo terminal. En este caso, hallamos un paciente joven, con dificultad para iniciar la micción y que presenta goteo terminal. El siringocele puede ser de varios tipos. En este caso, se trata de un siringocele imperforado, que aparece como una lesión quística no comunicada con la uretra, pero existen otras variantes en las que esta comunicación sí que se establece (siringocele peforado o siringocele simple, p.ej.).
Mediante la uretrogafía retrógrada, es posible observar una estenosis en la porción bulbar de la uretra, ofreciendo el aspecto de una masa extrínseca que comprime la uretra. Este hallazgo radiológico está relacionado con la sintomatología del paciente, pues requería fuerza adicional para iniciar la micción debido al estrechamiento del conducto. En el siringocele perforado, observaríamos que la lesión claramente comunica con la uretra debido al paso de contraste por su interior. Por lo tanto, esta prueba inicial permite empezar a diferenciar el tipo de siringocele en función de su comunicación o no con la uretra. Sin embargo, otras patologías pueden dar imágenes similares a la del siringocele imperforado, como abscesos periuretrales o tumores benignos de las glándulas bulbouretrales de Cowper (el adenocarcinoma tiende a presentar márgenes más irregulares, mientras que aquí son regulares y bien definidos), ambas masas extrínsecas que comprimen la uretra.
Para realizar el diagnóstico diferencial con estas lesiones, se emplea la uretrosonografía, usando contraste para descartar de manera definitiva la comunicación con la luz uretral. De esta forma, se observa perfectamente la naturaleza quística de la lesión, permitiendo descartar aquellas de otra naturaleza, como neoplasias glandulares. A destacar también la ausencia de contraste en el siringocele, confirmando así que se trata de un siringocele imperforado.
Otra técnica a realizar podría ser la uretroscopia, permitiendo la observación directa de la lesión, así como la clasificación del siringocele. Sin embargo, se trata de una técnica invasiva, si bien de manera mínima, y no exenta completamente de riesgos. Por ello, con las dos técnicas realizadas, la uretrografía retrógada y la uretrosonografía retrógada con contraste, se puede llegar al diagnóstico empleando una cantidad mínima de radiación y menos posibilidades de eventos adversos.