DIAGNÓSTICO FINAL: Hematoma intraparenquimatoso parietal derecho
DISCUSIÓN:
El ictus es una urgencia neurológica de alta prevalencia y gravedad, cuya clasificación principal distingue entre el ictus isquémico y el ictus hemorrágico. El ictus isquémico, que representa aproximadamente el 80-85% de los casos, se produce por una interrupción del flujo sanguíneo cerebral, habitualmente por trombosis o embolia. Radiológicamente, se observa una lesión hipodensa en el TC a partir de varias horas tras el inicio del cuadro, aunque en fases muy tempranas puede ser normal. En contraste, el ictus hemorrágico, menos frecuente pero con mayor mortalidad, se caracteriza por la extravasación de sangre al parénquima cerebral, lo que produce una imagen hiperdensa en el TC desde el primer momento, como ocurrió en el paciente del caso clínico, en el que se identificó un hematoma intraparenquimatoso parietal derecho.
La realización de un angio-TC no está indicada de forma sistemática en todos los ictus hemorrágicos. Su utilidad depende del contexto clínico y de la sospecha de una causa estructural subyacente. En pacientes jóvenes, en aquellos sin antecedentes de hipertensión arterial o en los que el patrón radiológico es atípico (por ejemplo, hematomas lobares en vez de profundos), el angio-TC está indicada para descartar malformaciones arteriovenosas, aneurismas, fístulas durales u otras lesiones vasculares. En este caso, dado que se trataba de un varón de 53 años sin hallazgos sugestivos de una causa hipertensiva clara y con un hematoma lobar, se justificó la realización de un angio-TC, que descartó anomalías vasculares evidentes. Este hallazgo apoya la hipótesis de una hemorragia secundaria a una microangiopatía hipertensiva o a enfermedad de pequeño vaso, condiciones que también predisponen a infartos lacunares y otros eventos isquémicos crónicos.
En conclusión, el diagnóstico diferencial entre ictus isquémico y hemorrágico se establece fundamentalmente mediante TC sin contraste. La indicación de un angio-TC en el contexto de un ictus hemorrágico debe individualizarse, reservándose para aquellos casos en los que exista sospecha de una causa vascular subyacente.