DIAGNÓSTICO FINAL: Lipoma mamario.

DISCUSIÓN: La paciente de 50 años muestra signos clínicos que concuerdan con un posible lipoma. Para continuar su estudio, siguiendo el protocolo, el método de diagnóstico de elección será la mamografía al ser mayor de 35 años.

En esta paciente, la mamografía mostrada es una proyección OML (oblicua medio lateral) de la mama izquierda. Tras realizarse, pudo identificarse la presencia de un nódulo sólido, grande y bien delimitado próximo al pectoral mayor. De acuerdo con sus características, parece ser una lesión benigna. No obstante, al suponer una masa sólida en una mujer de edad avanzada, se realiza una ecografía como prueba complementaria para confirmar la ausencia de malignidad.

La ecografía es una técnica de gran utilidad utilizada para confirmar el carácter de las lesiones. Tiene un bajo coste, no irradia al paciente y es fácilmente utilizable. Gracias a ella podemos determinar que el nódulo es ecogénico, ovalado, sólido (no presenta interior anecoico ni refuerzo posterior) y de márgenes lisos y circunscritos.

Con todo lo observado, podemos clasificar la lesión como un BIRADS-2, es decir, un nódulo totalmente benigno sin ninguna probabilidad de malignizarse. Debido a esto, la paciente no requeriría ningún otro estudio complementario de índole anatomopatológica, pues presenta el mismo riesgo de cáncer que el resto de la población. En su lugar, simplemente se continuaría con el control mamográfico bianual, parte del cribado poblacional para el diagnóstico precoz del cáncer de mama.

Los lipomas son tumores benignos del tejido adiposo maduro capaces de originarse en cualquier parte del cuerpo, p.e, en el tejido mamario. En caso de ser palpables, suelen describirse como nódulos blandos, móviles e indoloros.

Al ser asintomáticos, no suele realizarse ninguna intervención quirúrgica ni similares. De hecho, en muchos casos de lipomas mamarios las pacientes no son conscientes de que lo tienen hasta que se realizan alguna prueba para el cribado de cáncer de mama.