DIAGNÓSTICO FINAL
Carcinoma ductal infiltrante en mama izquierda.
DISCUSIÓN
Basándonos en la historia clínica, sospechamos que este paciente de 90 años pueda tener algún tipo de patología en alguna o ambas mamas. Por ello se le realiza una mamografía.
La mamografía es un estudio radiológico especializado en la mama que hace uso de rayos X para detectar canceres, lesiones o algún otro cambio que pudiese haber en el tejido mamario. Se trata de la prueba básica y de primera elección para estudio de la mama, que se pueden realizar con fines de detección o de diagnóstico.
Las mamografías de detección sirven para observar si hay cáncer de mama en el caso de no haber síntomas (pacientes asintomáticos). Estas buscan detectar lo más precozmente el cáncer cuando aún es pequeño pudiendo llevar a un tratamiento menos invasivo, disminuir la mortalidad de la enfermedad y mejorar el pronóstico y la calidad de vida de los pacientes, por ello se usan como parte del cribado poblacional.
Mientras que las de diagnóstico se usan para controlar si hay cáncer de mama después de que se encontró un bulto, cambios sospechosos u otro síntoma de la enfermedad (dolor, aspecto inusual de la piel, retracción del pezón…), es decir, en pacientes sintomáticos. Este sería el caso del paciente con el que nos encontramos.
Las imágenes mamográficas se obtienen al colocar el seno del paciente entre dos placas que lo presionan y aplastan. Estas se toman en dos proyecciones estándares: la craneocaudal (CC), para evaluar el tejido desde la parte superior de la mama, y la oblicua-medio-lateral (OML), para observar el tejido mamario en una inclinación de 45° para evaluar la extensión hasta la axila. Los hallazgos en una mamografía pueden clasificarse en benignos o sospechosos de malignidad.
En este caso, se encuentran indicaciones que pueden llevar a sospecha, por lo que necesitamos más información para caracterizar dichos hallazgos, así pues, complementamos el estudio con la ecografía mamaria, que usa ondas sonoras para crear una imagen que nos permita examinar las mamas y sin exposición a radiación. De esta forma nos permite ver si la masa es quística (benigna) o sólida, nos ayuda a buscar un tumor, permite guiar biopsias tanto BAG como PAAF y observar ganglios sospechosos pudiendo evaluar su morfología o también guiar su biopsia si fuera necesario.
Para estandarizar los hallazgos en las diferentes pruebas de imagen se desarrolló el sistema BI-RADS (Breast Imaging Reporting and Data System), que permite clasificar los resultados en diversas categorías: de normal o benigno (no canceroso) hasta sospechoso o maligno (cáncer); cada una con indicaciones de seguimiento y tratamiento. Clasificación:
- BI-RADS 0: Estudio incompleto. Es necesario realizar estudios adicionales.
- BI-RADS 1: Estudio negativo, mama normal. Requiere un seguimiento rutinario.
- BI-RADS 2: Benigno (no canceroso). Requiere un seguimiento rutinario (anual).
- BI-RADS 3: Probablemente benigno (<2% de riesgo). Requiere un seguimiento en 6 meses.
- BI-RADS 4A: Baja sospecha de malignidad (2-10%). Se recomienda realizar biopsia.
- BI-RADS 4B: Sospecha moderada (10-50%). Se recomienda realizar biopsia.
- BI-RADS 4C: Alta sospecha de malignidad (50-95%). Se recomienda mucho realizar biopsia.
- BI-RADS 5: Altamente sugestivo de malignidad (>95%). La biopsia es obligatoria.
- BI-RADS 6: Cáncer confirmado por biopsia. Se inicia el tratamiento oncológico.
Por tanto, y por conclusión, con la combinación de lo observado en las imágenes mamográficas presentadas en este caso, se muestran hallazgos con alta sospecha de malignidad, lo que lo clasifica como un BI-RADS 4C. Dado que la mamografía sugiere una lesión sospechosa, fue fundamental complementar el estudio con una ecografía mamaria, que por sus hallazgos y la presencia de retracción del pezón refuerza la posibilidad de un carcinoma ductal infiltrante. Así que, por sugerir la presencia de un tumor maligno, se realiza una biopsia BAG guiada por imagen para confirmar el diagnóstico y definir el tratamiento.