La TC es la prueba de elección ante un traumatismo craneoencefálico en su evaluación inicial, debido a su accesibilidad y sensibilidad en el diagnóstico de lesiones inmediatamente quirúrgicas.

La RM es una técnica compleja instrumentalmente para el estudio del paciente agudo. No obstante, la sensibilidad de la RM es mayor que la del TC en el diagnostico de pequeñas hemorragias intraparenquimatosas o pequeños hematomas subdurales.

La radiología simple puede ayudar en la evaluación de algunas fracturas, pero no es una prueba de elección en la TCE.

La angiografía cerebral esta indicada en el estudio de lesiones vasculares como las disecciones traumáticas, pero tampoco es un método de primera elección en el estudio del TCE.