Para realizar una técnica de radiología intervencionista que involucre la visualización de hueso siempre se requerirá la ayuda del TAC. La ecografía no proporciona una imagen completa del hueso. La sala de fluoroscopia tiene el inconveniente de que hay que infiltrar la articulación con contraste para visualizarla, además de que el radiólogo que realice la intervención se expone también a la radiación. Por último, la RMN sería una buena guía si no fuese por su alto coste y baja disponibilidad.