En los casos de intervenciones quirúrgicas moderada o altamente invasivas se recomienda incluir en el chequeo preoperatorio una placa de tórax para comprobar el estado de la vía aérea y el resto de estructuras mediastínicas. La radiografía simple es la técnica de elección por tratarse de un procedimiento que proporciona una buena imagen general de dichas estructuras, sencillo, no invasivo, rápido, económico, altamente disponible y que implica una exposición a radiación muy inferior al TAC. Si bien hay partidarios de que en pacientes asintomáticos una placa de tórax implica más riesgos que beneficios, en este caso se trata de un paciente mayor, con factores de riesgo evidentes y en espera de una intervención de riesgo moderado.