La primera prueba que se puede realizar en un paciente con dolor abdominal es una ecografía abdomen [1]. Hay varias razones para elegir esta prueba: es una técnica rápida, repetible, cómoda, de bajo coste, exenta de riesgo y con una sensibilidad y especificidad altas, hacen que esta se considere la técnica de elección en el estudio de la enfermedad biliar. [3]

La ecografía es la prueba de imagen indicada ante una sospecha clínica de colecistitis aguda con sensibilidad del 80 al 100 % y especificad del 60 al 100%; pudiendo ser útil la tomografía computarizada cuando los hallazgos ecográficos resulten equívocos o ante la sospecha de complicaciones. [2] [4]

Se considera que la TC es la técnica de elección en el diagnóstico del dolor abdominal agudo tanto localizado como difuso, excepto cuando la sospecha es la colecistitis aguda, la patología ginecológica aguda, así como el dolor abdominal en niños, jóvenes y embarazadas, donde la ecografía es la exploración de elección [7]

Los datos clínicos y analíticos (dolor hipocondrio derecho, Murphy positivo, fiebre, leucocitosis) hacen sospechar una colecistitis aguda por lo que, desde urgencias, se decide solicitar una ecografía abdominal y una radiografía abdominal.