Con una Mamografía solo podemos apreciar la forma y los bordes del nódulo, por lo que necesitamos otra prueba que nos aporte información sobre su contenido. La técnica radiológica que nos permite diferenciar el carácter sólido o líquido de las estructuras es la Ecografía.

En este caso la exploración complementaria de elección es la Ecografía. El binomio Ecografía y Mamografía es fundamental para la evaluación de problemas clínicos en mujeres mayores de 40 años.