DIAGNÓSTICO FINAL: Diverticulitis aguda
Comentario
La paciente presenta cuadro de dolor agudo abdominal, con irritación peritoneal. Ante esta semiología hay que plantear diagnóstico diferencial entre las causas más frecuentes de este cuadro , esto es, apendicitis, diverticulitis, diverticulitis complicada con neumoperitoneo(perforación de víscera hueca), obstrucción intestinal, colecistitis, rotura de aneurisma abdominal y litiasis renal.
En general, en caso de abdomen agudo la mejor prueba diagnóstica es la ecografía abdominal, y en el caso de una ecografía abdominal no concluyente o negativa se realizaría una TC abdominal, siendo esta la estrategia a seguir en base a la bibliografía consultada (1).
Existen diversas patologías (inflamatorias, infecciosas, neoplásicas, vasculares y iatrogénicas) que pueden causar engrosamiento de la pared del colon en TC. A pesar de que los hallazgos de imagen de estas patologías pueden solaparse ampliamente, existen distintos parámetros cuya evaluación permite al radiólogo realizar un diagnóstico diferencial más preciso. Estos parámetros incluyen: la localización y extensión de la afectación (focal, segmentaria o difusa), la apariencia del engrosamiento parietal (grado de engrosamiento, engrosamiento circunferencial simétrico vs asimétrico y patrón de atenuación del mismo) y la presencia de anomalías perientéricas y a distancia asociadas.
También es indispensable la correlación de los hallazgos radiológicos con la información clínica. Con esta información el diagnóstico diferencial frecuentemente puede reducirse a una o dos enfermedades probables o una categoría patológica (4)
La enfermedad diverticular (ED) puede ser asintomática o sintomática. Esta última, puede dividirse en complicada o no complicada. Nos referimos a ED complicada cuando hay presencia de diverticulitis aguda, abscesos, obstrucción, estenosis, fistulas, hemorragia o perforación (3).
Los divertículos representan pequeñas evaginaciones de la mucosa y submucosa colónica a través de las capas musculares de la pared y pueden presentar un tamaño variable que normalmente oscila entre 2-3 mm y 2 cm. Pueden aparecer en cualquier lugar del colon pero en hasta dos terceras partes de los casos afectan al sigma.
En TC los divertículos se visualizan como pequeñas evaginaciones rellenas de aire en la pared del colon. La pared del segmento colónico afectado puede presentar hipertrofia muscular, que se presenta con un engrosamiento parietal circunferencial con preservación de las marcas haustrales.
La diverticulitis aguda se produce cuando se ocluye el cuello de un divertículo dando como resultado un aumento de la presión intraluminal, sobreinfección, micro perforación del divertículo e inflamación pericólica adyacente. En TC la diverticulitis aguda se manifiesta como engrosamiento parietal segmentario y cambios inflamatorios en la grasa pericólica, con presencia de divertículos en el segmento afectado (4).
En la apendicitis aguda el apéndice aparece dilatado (> 6 mm), con pared engrosada (2-6 mm). La luz apendicular puede estar rellena de líquido o debris. Puede detectarse un apendicolito (calcificación intraluminal) en hasta un 25-40% de casos. Un hallazgo característico es un grado variable de afectación inflamatoria de la grasa periapendicular (4)
Los hallazgos de imagen de la diverticulitis aguda y carcinoma de colon en TC pueden solaparse. La presencia de líquido en la raíz del mesocolon sigmoide, ingurgitación de vasos mesentéricos adyacentes, inflamación pericólica y afectación segmentaria mayor de 10 cm apoyan el diagnóstico de diverticulitis. La presencia de adenopatías pericólicas, afectación segmentaria menor de 5 cm y masa intraluminal sugieren el diagnóstico de carcinoma colorrectal.Sin embargo, en algunos casos puede no ser posible diferenciar entre ambas entidades sólo mediante TC y puede ser necesario un diagnóstico histológico(4).
El tratamiento depende de la gravedad del cuadro y de la condición basal del paciente. En relación a la diverticulitis aguda no complicada, los pacientes jóvenes, inmunocompetentes, sin complicaciones asociadas, pueden ser manejados en forma ambulatoria, con antibióticos orales. La antibioticoterapia debe abarcar a los microorganismos Gram negativos aerobios y anaerobios. Se les debe realizar un seguimiento para evaluar la respuesta al tratamiento, pueden llegar a requerir hospitalización si los síntomas no mejoran. Aquellos que experimenten recurrencia deben ser intervenidos quirúrgicamente.(3)