La ecografía es una prueba accesible, no invasiva, sin existencia de riesgos conocidos. Además es una prueba que rápida por lo que puede servir en casos como éste en los que los pacientes vienen por un dolor agudo. Son útiles para valorar ciertas afecciones como: apendicitis, cálculos biliares, quistes, pancreatitis, esplenomegalia, abscesos, hidronefrosis, etc.