Diagnóstico final: Meningioma intraóseo parietal derecho.
COMENTARIO
Si tenemos en cuenta que se trata de una masa extracraneal, junto con una notable afección ósea no claramente destructiva puesto que conserva trabéculas, además de una masa intracraneal, todo hace sospechar de un Meningioma intraóseo, un tipo poco frecuente de meningioma ectópico, ya que se desarrolla sin conexión con la duramadre, aunque esto último es objeto de debate.
La paciente presenta un meningioma intraóseo, una variante poco frecuente, originada a partir de células meningo-epiteliales que quedaron atrapadas durante el desarrollo embrionario o de células madre pluripotenciales con transformación mesenquimatosa. Se pueden originar de la tabla interna, díploe o tabla externa del cráneo con extensión a los tejidos blandos, tal y como se ha podido observar en este caso. Los meningiomas son neoplasias generalmente benignas; sin embargo, se han descrito estirpes malignas. Los meningiomas benignos son tumores de lento crecimiento, potencialmente curables por resección total.
En cuanto al diagnóstico por imagen de este tipo de lesión, la Resonancia magnética (RM) ofrece un abordaje más completo de la lesión para el diagnóstico de meningioma. La Tomografía computarizada (TC) también puede ser realizada, teniendo como principal ventaja la mayor definición que ofrece para el estudio de la anatomía ósea y el grado de calcificación asociado. Debido al desarrollo de estas nuevas técnicas, la radiología simple de cráneo ha dejado de emplearse en el diagnóstico de los meningiomas, ya que apenas se pueden reconocer datos relevantes.
Los meningiomas presentan una apariencia muy característica tanto en la TC como en la Resonancia Magnética. De esta forma, en la Tomografía Computarizada, un típico meningioma aparece como una masa extra-axial hiperdensa bien definida que puede llegar a desplazar el tejido cerebral normal. Además, resulta conveniente la administración de contraste yodado intravenoso, que lleva a un realce brillante y uniforme. Asimismo, también es posible apreciar la posible invasión secundaria al hueso adyacente, dando una imagen de clara erosión y reacción perióstica. A pesar de que la TC ha perdido protagonismo en la evaluación de los meningiomas intracraneales, permite detectar una gran mayoría de éstos, siendo una técnica valida por su rapidez (se emplea en la mayoría de las situaciones de urgencia), de modo que la mayoría de los meningiomas son diagnosticados primero con TC y posteriormente complementados con otras técnicas de imagen.
Por otro lado, si atendemos a las imágenes de RM, la imagen clásica de un meningioma aparece igualmente de forma extra-axial como una masa isointensa o hipointensa con respecto a la sustancia gris en T1, mientras que será hiperintensa en imágenes potenciadas en T2. Tras administración de contraste de gadolinio, aparece un fuerte y homogéneo realce de la lesión. Además, gran parte de los meningiomas muestran un característico engrosamiento marginal de la duramadre que se denomina “signo de la cola dural”, y aunque no es específico, sí es muy sugestivo de meningioma.
Anterior al desarrollo de la RM y de la TC, la angiografía era usada para sugerir el diagnóstico de un meningioma mediante la demostración del aporte arterial a la lesión por parte de vasos meníngeos. No obstante, el uso de la angiografía se limita actualmente a la embolización tumoral como parte de la terapia pre-operatoria.