DIAGNÓSTICO FINAL: Apendicitis aguda
DISCUSIÓN
La técnica de elección para el diagnóstico de apendicitis aguda en niños sería la ecografía. Además de que es una técnica muy rápida, barata y certera (cosa que nos interesa en el caso de una apendicitis ya que de no diagnosticarla a tiempo puede causar una peritonitis si se perfora), no utiliza radiación ionizante, con lo que evitamos irradiar a un niño que está en proceso de desarrollo de los órganos sexuales por lo que esta radiación podría tener mayores consecuencias que en un adulto. Cabe destacar que siempre es necesario una clínica compatible con apendicitis aguda para poder confirmar el diagnóstico con la ecografía.
El apéndice cecal normal en una ecografía se ve como una estructura tubular, elongada, ciega y con una apariencia laminar debido a sus capas histológicas (mucosa, submucosa, muscular y serosa)[2]. El diámetro transverso normal mide menos de 6mm y no hay alteraciones en la ecogenicidad de la grasa periapendicular.
Teniendo esto en cuenta, en este caso podemos ver en la ecografía que el diámetro transversal del apéndice de este niño mide 7,8 mm, por lo que sería un signo que nos indicaría que se trata de una apendicitis. Sin embargo, algunos autores proponen que al encontrar un apéndice con un diámetro entre 6 y 9 mm debe considerarse ‘indeterminado’ y deben buscarse otros signos de apendicitis, como la forma y la alteración de la ecogenicidad de los tejidos adyacentes. [1]
Siguiendo con el tema de los signos, podemos ver tanto en la ecografía longitudinal como en la transversal como la grasa periapendicular ha aumentado su ecogenicidad respecto a la grasa normal, lo que nos indicaría que hay una inflamación.
En este caso no vemos ningún apendicolito (fecalito en el interior del apéndice). Estas estructuras son solo reconocibles en el 30% de los casos y su aparición sería indicativo de que hay un mayor riesgo de perforación. Se vería como una imagen hiperecogénica con sombra acústica posterior.
Sin embargo, podemos ver cómo hay un borramiento de las capas de la pared del apéndice, que indica progresión transmural de la infección y un mayor riesgo de perforación. [3]
Además, podemos observar ganglios levemente heterogéneos adyacentes al apéndice.
Por último, destacar que en la ecografía Doppler color (tipo de ecografía que utiliza ondas de sonido reflejadas para mostrar cómo fluye la sangre a través de un vaso sanguíneo) vemos que hay un aumento de la vascularización en la pared, lo que indicaría que esta aumentado el flujo por la inflamación. [1]
Me gustaría concluir comentando que, es importante hacer un buen diagnóstico diferencial con otras patologías como por ejemplo la adenitis mesentérica. Esto es importante ya que la apendicitis suele tener un manejo quirúrgico mientras que la adenitis mesentérica no (esta tiene un tratamiento sintomático, ya que suele curarse espontáneamente, y si persiste el dolor se trataría con antibióticos)[6]. La adenitis mesentérica es el aumento de volumen de algunos ganglios mesentéricos, que puede observarse un aumento de la señal Doppler en los vasos mesentéricos, mínima cantidad de líquido libre y no visualización del apéndice inflamado [2], por lo que la ecografía va a ser una técnica fundamental para que podamos hacer un buen diagnóstico de estas dos patologías.