DIAGNÓSTICO FINAL: hematoma epidural
DISCUSIÓN
El hematoma epidural es consecuencia de la hemorragia que acontece en el espacio epidural, entre la cara interna del cráneo y la duramadre. La causa más frecuente es la rotura traumática de la arteria meníngea media y en menor medida por lesión de un seno venoso de la duramadre.
La causa más frecuente es la lesión traumática de la arteria meníngea media tras traumatismo craneoencefálico (TCE), en la mayoría de los casos asociado a fractura craneal (80%).
Un hematoma epidural se debe sospechar en todo paciente que ha sufrido un TCE, con o sin pérdida de conocimiento y que tras un período de 1 a 24 horas sufre un deterioro del nivel de conciencia con o sin focalidad neurológica. La presentación clásica del hematoma epidural consiste en un cuadro de TCE que provoca una disminución del nivel de conciencia seguida de un intervalo lúcido, con un segundo episodio de disminución del nivel de conciencia. Esta forma de presentación de objetiva únicamente en el 30% de los pacientes. Puede aparecer cefalea, agitación, vómitos, vértigos, confusión, ausencia de respuesta a los estímulos y crisis convulsivas; los cuales suelen ser progresivos y preceden a la entrada en coma con rigidez de descerebración. Es una emergencia quirúrgica.
El diagnostico de un TCE se basa en la realización de una historia clínica, un examen físico y pruebas radiológicas.
La tomografía computarizada (TC) supone la técnica de imagen de primera elección para diagnosticar una hemorragia intracraneal, por ser un procedimiento rápido, relativamente sencillo, no invasivo y de gran fiabilidad en la mayoría de las ocasiones. Posee también la ventaja de permitir describir con precisión las fracturas óseas que en muchos casos acompañan a los traumatismos craneales. En la mayoría de los casos basta con realizar una TC de cráneo sin contraste intravenoso. Los principales hallazgos obtenidos son: una morfología de masa hiperdensa biconvexa, con límites bien definidos y que se dispone adyacente a la línea de fractura, si la hay. Su localización preferente es la región temporo-parietal, seguida de la región frontal y fosa posterior. El sangrado comprime el parénquima cerebral adyacente provocando importante efecto masa y, pudiendo, con frecuencia, dar lugar a una herniación cerebral. El sangrado no cruza suturas, pero sí la hoz cerebral y el tentorio. Los hematomas epidurales crónicos tienen una densidad reducida, muy poco realce y una forma más bien cóncava, que se asemeja a la de los subdurales agudos
Otra prueba de confirmación sería una RM cerebral donde se ve el hematoma como una colección hiperintensa.