DIAGNÓSTICO FINAL
Rotura completa del tendón bicipital (porción larga) y del labrum anterior y superior.
DISCUSIÓN
La Artro-Resonancia es una técnica de imagen que consiste en la evaluación de una articulación por resonancia magnética tras una inyección intra-articular de contraste paramagnético, gadolinio. Normalmente se obtienen secuencias T1 con supresión de la grasa en los tres planos convencionales (axial, coronal y sagital) y al menos en un plano una secuencia potenciada en T2, con el fin de destacar alguna alteración no evidente en T1, como la presencia de gangliones quísticos peri-articulares.
En el hombro esta técnica permite una adecuada evaluación de los ligamentos glenohumerales, el labrum glenoideo, la cápsula articular con sus recesos, la porción intra-articular del tendón del bíceps y de la superficie articular del manguito rotador. Esto es posible gracias a la distensión capsular que se obtiene con el contraste, observamos la anatomía normal y de algunas variantes anatómicas que pueden simular patología y estudiamos patologías como la inestabilidad del hombro, lesiones del manguito rotador y evaluación post-quirúrgica del hombro.
En este caso identificamos la causa del dolor postquirúrgico:
La rotura del labrum anterior, que visualizamos en la secuencia T1-SG Axial más caudal.
La rotura del labrum superior, que distinguimos en la secuencia T1-SG Axial, en este caso la más craneal. La inserción del tendón largo del bíceps está íntimamente relacionada con el labrum superior constituyendo el complejo labro-bicipital, por lo que la rotura de este está relacionada con la del tendón largo bicipital.
La rotura del tendón de la cabeza larga bicipital, que debería de observarse intraarticular tanto en la secuencia axial craneal como en las coronales.
En las secuencias coronales observamos que la inserción del músculo supraespinoso no se ve afectada tras la intervención.
En cuanto a la clínica que presenta esta paciente, observaremos una inestabilidad articular, que causará dolor y limitará el movimiento de la articulación glenohumeral. El tratamiento indicado es el quirúrgico, que consistirá en seccionar el músculo subescapular e reinsertarlo para reforzar la articulación.