- DIAGNÓSTICO FINAL: Recanalización de estenosis de arteria poplítea.
DISCUSIÓN:
La estenosis de un vaso del MMII se manifiesta mediante claudicación intermitente, como le ocurre a nuestro paciente, disminución o ausencia de los pulsos de la zona, también puede aparecer entumecimiento, por la falta de riego sanguíneo.
En este caso se realiza una angiografía por catéter, se trata de una técnica poco invasiva que nos permite diagnosticar y plantear un tratamiento para la patología mediante una única técnica.
Se introduce el catéter en la arteria desde la que se va a liberar el contraste, para que llegue al resto de vasos que queremos examinar. Tras ello, se realizan sucesivas imágenes radiológicas para contemplar el problema.
La ventaja de esta técnica es que nos da una imagen precisa de dónde se encuentra la estenosis, en este caso. Además, nos permitiría examinar vasos de un calibre muy pequeño utilizando un catéter más pequeño.
A continuación, el radiólogo intervencionista introduce un catéter con globo, para ir abriendo las zonas estenosadas, desde la más caudal a la más craneal. Para ello va observando las imágenes que hemos realizado anteriormente con la angiografía por catéter.
Posteriormente, se coloca el stent, que en este caso es de gran longitud por el deterioro de la arteria en puntos inferiores a la estenosis que no permitían un buen resultado y riego de la pierna del paciente.
Tras esto se extrae el catéter y se tapona la incisión mediante presión sobre ella con una gasa.
Se trata de dos técnicas con muchas ventajas, sobre todo en pacientes mayores que no pueden someterse a una operación. En estos casos se aplica anestesia local, ambos procedimientos pueden durar una hora y media como máximo, si no hay complicaciones, y el paciente se recupera al poco tiempo de la intervención.
La desventaja es el uso de rayos X, ya que estamos irradiando al paciente, y al radiólogo, enfermeros y técnicos que asisten la intervención, aunque ellos visten prendas que los protegen.