DIAGNÓSTICO FINAL: Carcinoma ductal infiltrante de mama
DISCUSIÓN
Mamografía. Ante la presencia de una masa palpable a nivel retroareolar, bien por parte de un médico o bien por el propio paciente, se pone en marcha un proceso cuyo objetivo es orientarnos sobre la patología presente en la mama. Para el diagnóstico, no es necesario realizar todas las pruebas a todas las personas. Su indicación dependerá de factores como la edad y el estado de salud, el tipo de cáncer, la gravedad de los síntomas y los resultados de pruebas anteriores.
Una mamografía es el tipo más común de prueba de detección. Se trata de una radiografía de la mama que se toma utilizando un mamógrafo. Esta prueba se realiza en un hospital o clínica y puede encontrar tumores que son demasiado pequeños como para sentirse. En general, se recomienda una mamografía para: mujeres de 40 años, cada 1 o 2 años (esto no es recomendado por todas las organizaciones de expertos); y mujeres con historia familiar de cáncer de mama, cada año. La mamografía, además, se realiza para resolver un síntoma clínico particular relacionado con la mama: dolor, secreción por el pezón, hinchazón, aparición de cambios en la piel de la mama o en el pezón asimetrías o aparición de “bulto”.
Ecografía. Es la técnica indicada en el estudio de pacientes jóvenes que consultan por un bulto palpable porque no utiliza radiaciones ionizantes (la mama joven es mucho más sensible a la radiación) y porque la densidad de la mama no limita la identificación de las lesiones. También tiene utilidad en el embarazo, durante la lactancia, como complemento de la mamografía o como guía de biopsia.
Carcinma ductal infiltrante. El cáncer de mama comprende una serie de procesos diferentes cuyos procedimientos diagnósticos y, sobre todo, los tratamientos han ido evolucionando a lo largo del tiempo y muy especialmente en los últimos años. Los adelantos terapéuticos se orientan fundamentalmente en individualizar cada caso según su fenotipo, con lo que se ha logrado reducir casi un 2 % la mortalidad anual a pesar del incremento de nuevos casos. En este sentido, los servicios de Anatomía Patológica de cada centro con técnicas de inmunohistoquímica (IHQ) permiten determinar fundamentalmente, el nivel de los receptores hormonales (estrógenos y progestágenos), la sobreexpresión del gen HER2 y el índice de proliferación Ki67.
La amplificación y sobreexpresión del HER2 (acrónimo de receptor del factor de crecimiento epidérmico humano tipo 2) en el carcinoma de mama están asociadas a un curso clínico adverso, a crecer y a propagarse de una manera más rápida que los otros tipos de cáncer de mama, a un menor tiempo de sobrevida libre de enfermedad y de sobrevida total, pero a una mejor respuesta al tratamiento con el anticuerpo específico contra el HER2 o trastuzumab.
Finalmente, el carcinoma ductal infiltrante es la forma más frecuente de cáncer de mama invasiva constituyendo un 80% de todos los casos y se caracteriza por ser una masa o tumoración con límites no bien delimitados. En la mamografía aparece con bordes mal constituidos con trabéculas y tejido graso con áreas de necrosis y hemorragia que pueden aparecer como calcificaciones. En el examen físico, la tumoración tiene una constitución más rígida o firme que las lesiones benignas del seno. Bajo el microscopio, las células cancerosas invaden y reemplazan los tejidos circundantes normales.