DIAGNÓSTICO FINAL: Carcinoma epidermoide pulmonar.
DISCUSIÓN:
He decidido realizar mi discusión sobre la utilidad del PET-TC y, más específicamente, la utilidad de esta técnica en los tumores pulmonares. Primero he añadido las ventajas generales de la técnica en oncología.
El PET-TC se trata de una técnica combinada, por un lado un PET (tomografía por emisión de positrones), que estudia la actividad metabólica de las células del paciente, y por otro lado, el TC (tomografía computarizada), que nos informa sobre la anatomía del área que estamos estudiando. La combinación de ambas técnicas nos ofrece distintas ventajas:
- Disminuye la confusión respecto a las captaciones de 18F-fludesoxiglucosa (FDG) no oncológicas, como pueden ser zonas de inflamación, grasa parda o incluso la propia musculatura, ya que el TAC localiza la captación de FDG de una manera más precisa anatómicamente.
- Mejor localización de lesiones malignas, así como un mejor control en el tratamiento y abordaje de biopsias.
- Gracias a la incorporación del TC, también podemos localizar lesiones oncológicas sin captación de FDG.
Es por ello que incluso se recomienda realizar un PET-TC como método diagnóstico en los procesos oncológicos sin realizar un TC adicional, de esta manera se reduciría la irradiación al paciente, sobre todo en los pacientes pediátricos (1). En este caso la realización del TC se hizo ya que no se sabía que el hallazgo de la placa de tórax era un tumor. En resumen, El PET-TC es una técnica que permite ver tanto la morfología como la actividad metabólica de las lesiones, es decir, no solo vamos a ver la lesión sino que vamos a poder ver que está ocurriendo en ella. Por tanto, nos va a ayudar a determinar el diagnóstico, tratamiento y pronóstico, los cuales serían mucho menos específicos o incluso erróneos con los métodos convencionales.
Respecto al diagnóstico de los tumores pulmonares, el PET-TC es una técnica cuyo resultado tiene mucho valor, ya que la captación de FDG por parte del tumor está en relación directa con una menor diferenciación celular, que como sabemos es un marcador de agresividad y malignidad del tumor. Esta técnica, además, se utiliza para el estadiaje TNM:
T (tumor primario): El PET-TAC nos permite diferenciar tejido tumoral metabólicamente activo de parénquima atelectásico, como es el caso propuesto anteriormente, en el que el lóbulo medio se encuentra atelectásico y no capta FDG, mientras que el tumor sí capta FDG. Esto puede resultar útil para que tanto el tratamiento con radioterapia como la toma de biopsias sean más específicos.
N (ganglios nodulares): Esta técnica nos permite diferenciar tanto ganglios que morfológicamente no son sospechosos pero luego si tienen un aumento de la actividad metabólica preocupante, como aquellos ganglios que nos hacen dudar de una metástasis pero que luego no tienen una actividad metabólica que afirme esta sospecha. De esta manera, se consigue reducir tanto el tiempo como los costos en la estadificación ganglionar.
M (metástasis): El PET-TAC detecta metástasis extratorácicas en un 10-20% de los pacientes, sin embargo las metástasis cerebrales son más difíciles de ver con esta técnica por la alta captación del cerebro de FDG.
Otra ventaja a destacar es que esta técnica provoca la modificación del tratamiento escogido previamente al PET-TC de aproximadamente un 30% de los pacientes, descartando la cirugía radical y dando la opción de quimioterapia o radioterapia.
El PET-TC también es útil para realizar un pronóstico más específico, ya que el metabolismo del tumor que observamos en el PET-TC pre-tratamiento es inversamente proporcional a la supervivencia del paciente. Además, la respuesta metabólica precoz, es decir, entre los ciclos de quimioterapia, va a tener un valor pronóstico importante, ya que una disminución de la captación de FDG por parte del tumor indica una buena respuesta ante el tratamiento.
Por último, es una técnica de mucha utilidad ante el control del paciente una vez acabado el tratamiento. Para ello, se debe realizar al menos 3-4 semanas después del tratamiento en caso de quimioterapia, y si el tratamiento se trataba de radioterapia, de 4 a 6 meses posteriores al último ciclo, de esta manera evitaremos falsos positivos que se pueden dar por los cambios inflamatorios propios del tratamiento. Una disminución de la actividad metabólica por parte de la masa pulmonar va a determinar un mejor pronóstico. Para medir de forma objetiva la captación por parte del tumor de FDG, utilizamos el índice SUV. En un estudio (5), muestran como ante pacientes tratados con una cirugía radical o radioterapia, un SUV<5 indica una mejor supervivencia libre de enfermedad que aquellos pacientes con un SUV>5.
Sin embargo, es cierto que podemos encontrar algunas desventajas, como que ante tumores con un tamaño inferior a 2cm, esta técnica tiene un alto porcentaje de falsos negativos (45%). Las enfermedades infecciosas producidas por micobacterias, hongos o bacterias, las enfermedades granulomatosas, neumonitis post-radiación, cambios post-quirúrgicos y post-radioterapia, entre otros, pueden mostrar un elevado grado de captación de FDG, esto puede suponer una traba a la hora de descartar un tumor pulmonar. También existe dificultad para detectar enfermedad maligna cuando los elevados niveles de glucosa endógena compiten con la FDG en los pacientes diabéticos.
Como conclusión, el PET-TC favorece un diagnóstico precoz y más específico del tumor pulmonar, facilita la elección del tratamiento más adecuado y adaptado al paciente, y además, ayuda al profesional sanitario a establecer un pronóstico más exacto.