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Caso 22

     
 

Autor:

 

Francesco Santori

 

 

DIAGNÓSTICO FINAL

Diagnóstico final: Adenocarcinoma difuso bipulmonar con metástasis cerebral

Discusión

El adenocarcinoma pulmonar es un tumor maligno del pulmón, que se origina a partir de las células epiteliales de las capas mucosas presentes en el pulmón. Entre las formas primarias de cáncer de pulmón, el adenocarcinoma es el más común en fumadores y no fumadores. Además, es la forma más común de cáncer de pulmón en mujeres y, en general, en toda la población menor de 45 años.

Al igual que cualquier tumor, los adenocarcinomas pulmonares también se produce debido a mutaciones genéticas del ADN, mutaciones que en el caso específico afectan a las células de los tejidos epiteliales de los pulmones. El principal factor que favorece las mutaciones que dan lugar al adenocarcinoma pulmonar es el humo del cigarro. Para los fumadores, el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón es 13 veces mayor que para los no fumadores. Otros factores favorables, importantes y dignos de mención son: exposición al radón, tabaquismo pasivo, exposición al amianto, exposición a otros agentes carcinógenos (el uranio, el arsénico, el cloruro de vinilo, el cromato de níquel, los productos derivados de la combustión del carbón, el éter de cloro-metilo, etc.)

La extrema heterogeneidad histológica, que caracteriza los adenocarcinomas pulmonares, ha inducido a médicos y patólogos a distinguir dicho tumor maligno en al menos dos tipos y diferentes subtipos. Los dos tipos de adenocarcinoma pulmonar son:

  1. Adenocarcinoma no invasivo o mínimamente invasivo, cuyos subtipos son:
  • Adenocarcinoma pulmonar in situ (o carcinoma bronquioalveolar)
  • Adenocarcinoma pulmonar mínimamente invasivo

2. Adenocarcinoma invasivo, cuyos subtipos son:

  • El adenocarcinoma predominantemente acinar
  • Adenocarcinoma papilar dominante
  • Adenocarcinoma de predominio micropapilar
  • Adenocarcinoma de predominio sólido
  • El adenocarcinoma invasivo mucinoso

El adenocarcinoma pulmonar es una afección bastante sutil, ya que, muy a menudo, las manifestaciones clínicas que caracterizan su presencia aparecen solo en una etapa avanzada de la enfermedad. En un pequeño porcentaje de casos, el adenocarcinoma pulmonar puede ser asintomática. Los expertos han calculado que alrededor del 6% de las personas con cáncer de pulmón no experimentan ningún trastorno notable, excepto cuando el estado de salud ya está muy comprometido

La lista de posibles síntomas y signos de adenocarcinoma pulmonar incluye:

  1. Tos intensa y persistente, con producción de un esputo bastante consistente
  2. Tos con emisión de sangre (hemoptisis)
  3. Presencia de sangre en el esputo (emoftoe)
  4. Disnea u otras dificultades respiratorias
  5. Dolor en el pecho
  6. Fiebre
  7. Astenia
  8. Pérdida de peso corporal
  9. Dolor en el hombro o en la extremidad superior, situado en el mismo lado del cuerpo del pulmón enfermo
  10. Neumonía de todo tipo
  11. Disfagia y disfonía

En una etapa avanzada, el adenocarcinoma pulmonar tiende a diseminar en otros órganos y tejidos del cuerpo, los cuales resultan así contaminados. En el caso específico del adenocarcinoma pulmonar, la diseminación de metástasis generalmente afecta a los huesos, aunque en algunos casos también afecta al cerebro. Desde el punto de vista de los síntomas, la afectación de los huesos por metástasis provoca dolor óseo.

El diagnóstico comienza con un examen físico completo y una historia clínica cuidadosa, seguida por pruebas de imagen como: Rx de tórax, TC torácica, RMN del tórax y PET torácica. Finalmente, terminan con una biopsia pulmonar. En algunas circunstancias particulares, se puede indicar la realización de pruebas diagnósticas adicionales, como: análisis de esputo, toracocentesis, una TC cerebral para determinar si hay metástasis cerebrales y una escintigrafía de hueso para determinar si hay metástasis.

El tratamiento del adenocarcinoma pulmonar depende de la etapa del tumor y del estado general de salud del paciente. En términos generales:

  1. Si el adenocarcinoma pulmonar está localizado (es decir, todavía no ha producido metástasis), el tratamiento consiste en la extirpación quirúrgica de la masa tumoral.
  2. Si el adenocarcinoma pulmonar ha diseminado alguna de sus células en otros órganos y tejidos del cuerpo, los tratamientos incluyen no solo el recurso a la cirugía, sino también la quimioterapia y/o la radioterapia.

Hay tres formas diferentes en que un cirujano puede realizar la extirpación quirúrgica de adenocarcinoma pulmonar:

  1. A través de la llamada «resección en cuña». Es la cirugía de extirpación de una pequeña porción de pulmón. Por lo general, los cirujanos recurren a ellos cuando la masa tumoral es pequeña.
  2. Por lobectomía. Es la cirugía de extirpación de uno de los lóbulos que forman los pulmones. Por lo general, los cirujanos recurren a él cuando el tumor es de tamaño mediano.
  3. Por neumonectomía. Es la cirugía de extirpación total de un pulmón. Por lo general, los cirujanos recurren a ellos cuando el tumor es muy grande y ha comprometido drásticamente la anatomía pulmonar normal.

La quimioterapia consiste en la administración de medicamentos que pueden matar a todas las células de rápido crecimiento, incluidas las células cancerosas. Dependiendo de algunas características del adenocarcinoma pulmonar, el médico puede optar por una quimioterapia pre-quirúrgica (también llamada quimioterapia neoadyuvante) o una quimioterapia post-quirúrgica (también conocida como quimioterapia adyuvante).

La radioterapia implica la exposición de la masa tumoral a una cierta dosis de radiación ionizante de alta energía (rayos X), con el fin de destruir las células neoplásicas. De manera similar a la quimioterapia, cuando el tratamiento con radioterapia tiene lugar antes de la cirugía, se habla de radioterapia neoadyuvante, mientras que cuando tiene lugar después de la cirugía, se habla de radioterapia adyuvante. En caso de adenocarcinoma pulmonar, el objetivo terapéutico de la radioterapia es reducir los síntomas relacionados con la metástasis ósea y/o cerebral.

Cuando el estado general de salud del paciente es precario y una operación quirúrgica puede resultar fatal, la extirpación del tumor mediante uno de los procedimientos anteriores está contraindicada. Si la cirugía está contraindicada, los únicos tratamientos disponibles para los pacientes son la quimioterapia y la radioterapia. A menudo, los médicos tratantes optan por combinar la radioterapia con la quimioterapia para obtener mejores resultados.

Al final del tratamiento, es fundamental realizar un seguimiento post-terapéutico, porque permite al médico tratante detectar, con cierta puntualidad, posibles recaídas tumorales.

 

 

BIBLIOGRAFÍA

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