El cáncer de pulmón o carcinoma broncogénico una de las principales causas de mortalidad relacionada con el cáncer a nivel mundial, y se estima que el tabaquismo es la causa del 85% de casos. Los pacientes pueden ser asintomáticos hasta que la enfermedad esté localmente avanzada o haya metástasis. Los síntomas más comunes son tos, molestias o dolor de pecho, hemoptisis, disnea, pérdida de peso, fatiga e hipocratismo digital. El diagnóstico se suele realizar mediante radiografía de tórax o tomografía computarizada y se confirma mediante biopsia. El tratamiento varía según el estadio de la enfermedad y puede incluir cirugía, quimioterapia, radioterapia o una combinación de ellos. En los últimos años, el pronóstico de la enfermedad ha mejorado con una tasa de supervivencia a los 5 años del 19% (23% para mujeres y 16% para hombres), gracias a la identificación de ciertas mutaciones que pueden ser dianas terapéuticas (1).
Podemos encontrar 4 tipos celulares de cáncer de pulmón (2):
Carcinoma epidermoide (de células escamosas). Se origina en los bronquios segmentarios o lobares y tiene localización principalmente central. Produce invariablemente obstrucción bronquial con neumonitis obstructiva o atelectasia. Tiende a crecer rápidamente.
Carcinoma de células pequeñas, incluyendo el carcinoma en grano de avena. Es de localización principalmente central. Muchos contienen gránulos neurosecretores por lo que se asocia a síndromes paraneoplásicos.
Adenocarcinoma. Tiene localización principalmente periférica. Suele aparecer un nódulo solitario, salvo en el caso del adenocarcinoma difuso que puede cursar con nódulos múltiples. Es el tipo celular de crecimiento más lento.
Carcinoma de células grandes. Su diagnóstico se realiza mediante la exclusión de lesiones que no son de células pequeñas, carcinoma epidermoide ni adenocarcinoma. Presenta lesiones periféricas grandes de crecimiento extremadamente rápido.
La primera prueba de imagen de elección es la radiografía de tórax ya que muestra alguna anormalidad en casi el 98% de pacientes con un cáncer de pulmón y el 85% son imágenes sugestivas de atelectasia, adenopatías (ensanchamiento mediastínico) o invasión de la pared torácica (3).
La tomografía axial computarizada se recomienda en pacientes con un nódulo pulmonar solitario detectado por radiografía. Entre sus aplicaciones encontramos: determinar el grado de extensión del tumor y la presencia de adenomegalias, detección de nódulos pulmonares incluso pequeños con mayor nitidez que las radiografías y proporcionan información sobre la existencia de cavitación, calificación, densidad, morfología y la localización intrabronquial del tumor (4).
La resonancia magnética solo está indicada cuando se sospecha afección de grandes vasos y pared torácica, compromiso de la columna vertebral o estudio vascular en pacientes alérgicos al medio de contraste (4).
La broncoscopia permite la visualización directa del tumor y es el método más eficiente para obtener una muestra para el diagnóstico histológico. También es útil para valorar la movilidad de cuerdas vocales, si hay invasión o compresión extrínseca de la tráquea, la carina, los bronquios principales, lobares y segmentarios y la detección de tumores sincrónicos (4).
Para dirigir el diagnóstico es importante el número de nódulos pulmonares: el cáncer primario de pulmón suele aparecer en forma de nódulo solitario, mientras que las metástasis pulmonares secundarias a tumores malignos localizados en otros órganos cursan con nódulos múltiples. Puede haber sospecha a partir de la identificación de los efectos de la obstrucción bronquial, es decir, neumonitis y/o atelectasia (2).
El adenocarcinoma es el tipo celular de cáncer de pulmón que con mayor frecuencia se presenta como un nódulo pulmonar con bordes espiculados e irregulares, que puede cavitar y producir una cavidad con pared gruesa y borde interno nodular e irregular.
El carcinoma epidermoide suele manifestarse con lesiones endobronquiales que causan obstrucción bronquial de grado variable. Esto causa neumonitis (pulmón obstruido muestra una consolidación, aunque puede no presentar infección) y/o atelectasia (desplazamiento de las cisuras o de las estructuras mediastínicas móviles hacia el lado de la atelectasia).
El cáncer de pulmón que aparece en forma de extensión directa o de lesiones metastásicas:
Destrucción costal por extensión directa: el tumor de Pancoast se origina en el surco superior del pulmón y suele cursar con destrucción de una o más de las primeras tres costillas ipsilaterales.
Adenopatías hiliares, suelen ser unilaterales e ipsilaterales respecto al tumor, y adenopatías mediastínicas, que pueden ser la manifestación única de un carcinoma microcítico en el que el nódulo pulmonar periférico es invisible.
Otros nódulos pulmonares: una de las manifestaciones del adenocarcinoma difuso puede ser la aparición de múltiples nódulos en ambos pulmonares, imitando un cuadro de metástasis.
Derrame pleural.
Metástasis óseas.
El sistema de estadificación de neoplasias más empleado en el mundo es el sistema TNM (del inglés: tumor, ganglio linfático, metástasis). Para ello, se incluyen números después de cada letra que ofrecen más datos sobre el cáncer (5, 6).
La T indica el tamaño y la extensión del tumor. Al tumor principal se le llama tumor primario.
TX: no es posible medir el tumor primario.
T0: no es posible encontrar el tumor primario.
TiS: carcinoma in situ.
T1: tumor ?3 cm en su diámetro mayor.
T1a (mi): adenocarcinoma mínimamente invasivo.
T1a: tumor ?1 cm en su diámetro mayor.
T1b: tumor >1 cm pero ?2 cm en su diámetro mayor.
T1c: tumor >2 cm pero ?3 cm en su diámetro mayor.
T2: tumor >3 cm pero ?5cm o tumor con alguno de los siguientes criterios: afecta bronquio principal independientemente de la distancia desde carina pero sin afectación carinal; invade pleura visceral; o asociado a atelectasia o neumonitis obstructiva que se extiende a la región hiliar, afectando a parte o todo el pulmón.
T2a: tumor >3 cm pero ?4 cm en su diámetro mayor.
T2b: tumor >4 cm pero ?5 cm en su diámetro mayor.
T3: tumor >5 cm pero ?7 cm en su diámetro mayor o con nódulos tumorales en el mismo lóbulo que el tumor primario o que invade directamente alguna de las siguientes estructuras: pared torácica (incluyendo pleura parietal y tumores del sulcus superior), nervio frénico, pericardio parietal.
T4: tumor > 7 cm en su diámetro mayor o asociado a nódulos tumorales en distinto lóbulo ipsilateral al del tumor primario o invade alguna de las siguientes estructuras: diafragma, mediastino, corazón, grandes vasos, tráquea, nervio laríngeo recurrente, esófago, cuerpo vertebral.
La N indica el número de ganglios linfáticos regionales o cercanos que son cancerosos.
NX: no es posible medir la afectación en los ganglios linfáticos cercanos.
N0: no hay afectación de los ganglios linfáticos cercanos.
N1, N2, N3: indican el número y la ubicación de los ganglios linfáticos afectados. Mientras más alto es el número que sigue a la N, mayor es la cantidad de ganglios linfáticos afectados.
La M indica la presencia de metástasis a distancia.
MX: no es posible medir la metástasis.
M0: el cáncer no se diseminó a otras partes del cuerpo.
M1: el cáncer se diseminó a otras partes del cuerpo.
M1a: nódulos tumorales presentes en lóbulo contralateral; tumor con nódulos pleurales o pericárdicos o derrame pleural o pericárdico malignos.
M1b: metástasis única extratorácica.
M1c: metástasis múltiples extratorácicas en uno o varios órganos.