DIAGNÓSTICO FINAL: Neumonía derecha con derrame pleural leve.
DISCUSIÓN:
En el caso que se nos presenta de sospecha de neumonía en una escolar de 8 años, para su diagnóstico será importante que tanto los datos clínicos como los exploratorios sean compatibles, pero para confirmarlo necesitaremos un examen radiológico.
Dentro de este examen radiológico, la radiografía de tórax nos dará el diagnóstico de certeza (gold standard). Hay autores que consideran que si la sospecha de neumonía es alta y la actitud terapéutica no va a verse modificada con la realización de esta prueba, su realización podría evitarse. No obstante, en el caso de ser necesaria la proyección frontal suele ser suficiente. Debe realizarse con estándares técnicos adecuados, con la correcta colimación y la dosis de radiación adecuada para obtener imágenes de calidad diagnóstica suficiente y minimizar la radiación. Se recomienda no utilizar radiografías laterales de rutina (ya que aumentaría la dosis de radiación y no proporciona más información significativa), salvo que se sospeche de tuberculosis. Con esta prueba no podemos predecir firmemente la etiología, pero nos puede orientar. Por ejemplo, la existencia de condensación lobar, preferentemente periférica, o un derrame pleural sugieren infección bacteriana. También tener en cuenta patrones como por ejemplo el de la imagen de “neumonía redonda” que es característica del Neumococo.
No se han establecido indicaciones para realizar u omitir la radiografía, aunque hay que tener en cuenta que será imprescindible si: hay hallazgos clínicos ambiguos, sospecha de complicaciones como derrame pleural o falta de respuesta al tratamiento empírico. Si la evolución fuese favorable no sería necesaria una Rx de control, en caso de realizarse, no se hará antes de 3-4 semanas.
Una vez hecho el diagnóstico será necesario un control clínico en 48-72 horas. En este caso la paciente fue ingresada y en la evolución se objetiva falta de respuesta pasadas 72h de la administración del tratamiento. En este caso se sospecha de derrame pleural por lo que la siguiente prueba diagnóstica que se solicitaría sería la ecografía. La ecografía nos aporta información superior al TC ya que no solo confirma la existencia de derrame pleural sino que también da información de la naturaleza (simple o complicado, desde septos móviles a patrón en panal por loculaciones múltiples), determina la cuantía de este, valora el diagnóstico de empiema mediante la vascularización pleural, valora la movilidad del hemidiafragma adyacente a la condensación, puede ser de ayuda en la orientación del tratamiento y localiza el punto de punción, si es necesario. La ecografía también aporta datos, junto a la ecografía Doppler color, sobre el parénquima: broncograma ecográfico (distorsionado o preservado), homogeneidad o heterogeneidad de la condensación, zonas avasculares o de ecogenicidad disminuida por necrosis, áreas murales vascularizadas en relación con abscesificación, etc.