El absceso tubo-ovárico es una bolsa de pus que se presenta como una masa inflamatoria que involucra, tanto a ovario como a trompa, alterando su arquitectura y que en la mayoría de los casos cursa con una difícil identificación. El dispositivo intrauterino es uno de los principales factores de riesgo para esta patología. Los abscesos suelen ser polimicrobianos con predominio de organismos anaerobios. El paciente presenta una combinación de fiebre, leucocitosis, marcadores inflamatorios elevados, dolor abdomino-pélvico inferior y secreción vaginal.
Al presentarse el dolor en fosa ilíaca derecha, resultados de la analítica y sintomatología del paciente coincidir con los síntomas de apendicitis, se procedió a estudiar la posibilidad de que se tratara de una apendicitis aguda. Por ello, la prueba de elección fue la ecografía, ya que es la más segura para el paciente al carecer de radiación ionizante, además tiene gran accesibilidad, es rápida y permite un buen estudio de las partes blandas. Tras realizar la ecografía centrada en la fosa ilíaca derecha se descarta apendicitis aguda, ya que se observa un apéndice de tamaño normal (<6mm), sin signos inflamatorios, colecciones ni líquidos y con buena delimitación de la pared cecal.
Tras descartar apendicitis aguda, ante un paciente con clínica de abdomen agudo, fiebre alta y alteraciones analíticas tan llamativas, debemos encontrar la causa del cuadro. Para ello, se hace un TC con contraste IV, pues es necesario hacer una correcta valoración visceral. Se obtiene una reconstrucción de TC coronal y axial en fase portal donde se observa una masa de partes blandas, heterogénea que depende de trompa/ovario derecho. Además, se observa la presencia de un DIU.
Por otro lado, se descarta diverticulitis, ya que esta, en la ecografía muestra unas bolsas intestinales ecogénicas con cierto grado de sombreado acústico debido a la presencia de gases o heces. Mientras que en TC de una diverticulitis se observa engrosamiento desproporcionado en la pared intestinal, si esta se complica puede existir perforación y formación de abscesos o fístulas a nivel del colon, lo que no se observa en el TC de la paciente, descartando la diverticulitis.
Tras valoración de las pruebas radiológicas y teniendo en cuenta los antecedentes personales de portadora de DIU, se concluye como juicio diagnóstico un absceso tubo-ovárico. Como posible tratamiento inicial se puede usar terapia antibiótica o en pacientes que no respondan a este tratamiento se puede considerar el drenaje guiado radiológicamente o la cirugía.
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