DIAGNÓSTICO FINAL:
Hidronefrosis secundaria a colección periureteral, que comprime el uréter.
DISCUSIÓN:
El trasplante renal es la terapia de elección para la mayoría de las causas de insuficiencia renal crónica terminal porque mejora la calidad de vida y la supervivencia frente a la diálisis. El trasplante renal de donante vivo es una excelente alternativa para el paciente joven en situación de prediálisis porque ofrece mejores resultados.
La ubicación habitual del injerto es heterotópica (sin quitar los riñones no funcionales del receptor) en la cavidad peritoneal, en fosa ilíaca (preferentemente derecha) y de localización extraperitoneal. Los vasos del injerto se anastomosan a los vasos ilíacos externos y el uréter se une a la vejiga mediante técnica antirreflujo.
El método radiológico de elección para el seguimiento del trasplante renal es la eco Doppler. Este método es ampliamente empleado debido a su capacidad para evaluar la perfusión renal, la morfología del riñón trasplantado y la función vascular. Es fundamental para detectar complicaciones como la trombosis vascular, estenosis, oclusión o rechazo agudo.
Las complicaciones tras un trasplante renal son muy diversas: infecciosas, médicas (TVP, NTA, HTA, convulsiones, TEP, rechazo hiperagudo, agudo y crónico…) y quirúrgicas (obstrucción urinaria, fístula urinaria, trombosis arterial y venosa, rotura renal, colección y hematoma pararrenal…)
La hidronefrosis es la dilatación del sistema colector renal (cálices, pelvis y uréter) debida a dificultad para la eliminación de la orina. Con el tiempo, la función renal puede disminuir, lo que conduce a un posible daño renal. Se clasifica según la escala de grado de hidronefrosis de Society for Fetal Urology (SFU) en 4 grados:
- Grado 1: dilatación leve del sistema de pelvis renal
- Grado 2: dilatación moderada del sistema de pelvis renal con conservación de la forma del cáliz
- Grado 3: dilatación importante del sistema de pelvis renal con pérdida parcial de la forma del cáliz.
- Grado 4: dilatación severa del sistema de pelvis renal con pérdida completa de la forma del cáliz y parénquima renal adelgazado.
Las posibles causas de hidronefrosis son:
- Urolitiasis
- Estenosis de la unión pieloureteral (UPU).
- Compresión externa del uréter (colecciones, hematomas…)
- Tumores
- Hiperplasia benigna de próstata.
- Fibrosis retroperitoneal
La hidronefrosis se puede diagnosticar mediante ecografía. Se pueden añadir estudios adicionales como la urografía IV y pielografía IV, TAC o RM. En casos de hidronefrosis severa o aguda, puede ser necesario hacer un drenaje percutáneo guiado por ECO para drenar la orina acumulada.
En nuestro caso, el paciente presentó como complicación una colección (acumulación de líquido, como hematomas, seromas o abscesos), que estaba al lado del uréter y lo comprimía. Esto bloqueaba el paso de la orina hacia la vejiga, acumulándose en el riñón y provocando una hidronefrosis grado III (SFU).