DIAGNÓSTICO FINAL: Metástasis hepáticas.
DISCUSIÓN:
El dolor abdominal supone un desafío diagnóstico, pues son muchos procesos que se relacionan con este y pueden dar lugar a numerosos pronósticos distintos.
La historia clínica es fundamental para la buena elección del procedimiento diagnóstico a realizar.
- La radiografía simple de abdomen tiene una escasa rentabilidad diagnóstica, aunque cobra relevancia en sospecha de perforación de víscera hueca, obstrucción intestinal o ingestión de cuerpo extraño.
- Por otra parte, la ecografía abdominal es la prueba de elección ante diversas patologías (de la vía biliar, cólico renal complicado, enfermedades ginecológicas… entre otras). Se trata de un método de diagnóstico por imágenes que es seguro, no invasivo, fácil de transportar, económico y fácil de reproducir. Cuando lo realiza un operador capacitado, proporciona resultados excelentes.
- La tomografía axial computarizada de abdomen es la prueba de imagen más precisa y confiable para diagnosticar la mayoría de las causas de dolor abdominal. Sin embargo, su uso se limita a casos específicos seleccionados.
En este caso, con el objetivo de no irradiar a la paciente de forma innecesaria, se realizó la ecografia en primera instancia, que, además, se confirma que cuenta con una alta tasa de detección. Como hallazgo principal se pueden observar las lesiones en el lóbulo hepático derecho, de distintos tamaños, isoecoicas con parenquima hepático y con halo hipoecoico periférico, siendo la mayor de ellas de un diámetro de 5,3 cm y sugerentes de metástasis. Como hallazgos secundarios, coincidiendo con parte de la clínica y con la información de la que ya se disponía en su historia clínica, la paciente presentaba una vesícula parcialmente distendida, con un grosor de pared dentro de los límites de normalidad y sin líquido libre en su proximidad, con colelitiasis en su interior. El resto de estructuras como los riñones, presentaban un tamaño normal sin dilatación de los sistemas excretores y con un grosor cortico-medular normal.
Debido a la sospecha de metástasis hepáticas, se decide solicitar una tomografía computarizada, que constituye la técnica de elección para valorar las metástasis hepáticas, además del resto de la cavidad abdominal. Es importante destacar que es de preferencia realizar el estudio tomográfico con la introducción de contraste, pues la diferente distribución de este permite detectar las metástasis y el parénquima hepático. La fase óptima para la detección de lesiones hipervasculares es la arterial, en la que las lesiones aparecen con mayor captación de contraste que el parénquima hepático adyacente. Las lesiones hipovasculares captan menos contraste que el parénquima en la fase portal o venosa y será esta la fase óptima de detección. La mayoría de las metástasis de origen digestivo son hipovasculares. Los tumores primarios que pueden producir metástasis hipervasculares son: carcinoma de células renales, melanoma, tiroides y tumores neuroendocrinos. Algunos tumores pueden producir metástasis quísticas como, el de ovario, cistoadenocarcinomas pancreáticos y tumores del estroma gastrointestinal, observándose una imagen hipodensa.
Se detectó la presencia de varias lesiones focales hipodensas en segmentos hepáticos 5, 6 y 7 (lóbulo derecho) y se sospechó de metástasis hepáticas por recidiva del cáncer de mama.
Las metástasis hepáticas son frecuentes y pueden ser secundarias a numerosos tipos de cáncer, en especial del tubo digestivo, la mama, el pulmón y el páncreas y estas se dan casi el 50% de las personas diagnosticadas con cáncer de mama metastásico.
