7. DIAGNÓSTICO FINAL
Síndrome del robo de la subclavia
8. DISCUSIÓN
El síndrome del robo de la subclavia (o robo vertebrosubclavio) es una entidad poco frecuente que fue caracterizado en los años 60 por Reivich y Fischer al observar en algunos pacientes la asociación clínica de isquemia vertebrobasilar con un fenómeno de inversión del flujo en la arteria vertebral.
Esta entidad clínica se debe a una estenosis de la arteria subclavia, proximal al origen de la arteria vertebral, lo que motiva la existencia del flujo retrógrado en la arteria vertebral ipsilateral. Esta inversión del flujo en la arteria vertebral es la responsable de los síntomas neurológicos transitorios, secundarios a la isquemia del territorio afectado, aunque la mayoría de los pacientes son asintomáticos debido a la circulación colateral del polígono de Willis. La arteria subclavia izquierda es la que se encuentra afectada con mayor frecuencia (relación 4:1), mientras que la estenosis de ambas arterias subclavias se ha registrado en casos aislados.
La causa principal de la estenosis de la subclavia es la formación de placas de ateroma en las paredes arteriales, aunque también se ha relacionado con la enfermedad de Takayasu, alteraciones congénitas del desarrollo embriológico del arco aórtico y troncos supraórticos, cirugía de la coartación aórtica o tetralogía de Fallot.
Junto con la clínica de afectación neurológica transitoria, el síndrome del robo de la subclavia se diagnostica mediante eco-doppler de troncos supraaórticos al objetivar la inversión del flujo de la arteria vertebral, con una especificidad del 100%. Además, se recomienda la realización posterior de una TC o una RM con el objetivo de establecer de forma precisa la localización exacta y la magnitud de la lesión para plantear las opciones terapéuticas.
(Flujo anterógrado (izquierda) y retrógrado o invertido (derecha) en la arteria vertebral izquierda.)
(Reconstrucción 3D de imágenes obtenidas por angio-TC. Se observa estenosis de la arteria subclavia izquierda).
En cuanto al tratamiento, este debe ser individualizado y se valoran aspectos como la condición invalidante laboral, riesgo vital y funcional de las crisis, así como riesgo operatorio. Entre las opciones disponibles se encuentran:
- Cirugía convencional: transposición subclavia a la carótida ipsilateral o bien en una derivación (bypass) carotidosubclavia para salvar la lesión.
- Cirugía endovascular: colocación de stent en la arteria con estenosis.
La revascularización mediante cirugía endovascular ha mostrado ser una opción eficaz a la vez que menos invasiva, postulándose como tratamiento de elección en los pacientes con clínica de isquemia vertebrobasilar o enfermedad aterosclerótica extracraneal extensa y grave (para aumentar el flujo sanguíneo al cerebro). En cualquier caso, antes de plantear un tratamiento se recomienda descartar otras causas, como arritmias cardíacas, mal control del tratamiento antihipertensivo o disfunción de un marcapasos.