DIAGNÓSTICO FINAL: hemorragia subaracnoidea por rotura de aneurisma y hematoma subdural postraumático
DISCUSIÓN
El paciente presenta crisis epiléptica, perdida de consciencia y además sufrió de un traumatismo reciente. Por lo tanto se pide un TC para que se haga un diagnostico precoz y a través de un procedimiento bastante rápido se obtengan informaciones esenciales para confirmar o descartar posibles lesiones con mal pronóstico. La prueba detecta el sangrado, los daños del parénquima nervioso, las fracturas, un eventual origen hemorrágico o isquémico, la mayoría de tumores e hidrocefalia. Tras la realización del TC craneal simple se ven los hallazgos de una hemorragia entre los surcos del cerebro, algún foco disperso en el parénquima y también en la cisterna. Esto hace pensar en la hemorragia subaracnoidea. Además se ve bien un hematoma al lado izquierdo que produce un hallazgo de forma cóncava o de semiluna. Esto corresponde al hematoma subdural.
La segunda prueba de elección para confirmar el diagnostica sería un angio TC craneal que combina una TC con la inyección de un tinte con contraste y así crea imágenes de los vasos de cabeza y cuello con mayor detalle. Esta prueba se suele hacer después de traumatismos, por sospecha de vasos sanguíneos anormales o de vasculitis y por síntomas neurológicos como mareo, vértigo, desmayo, dolor de cabeza y ataques cerebrales. En este caso el hallazgo que destacó fue un aneurisma, o sea una zona débil en la pared de un vaso sanguíneo que causa que ese se abombe. Se ve que el aneurisma está justo en el lugar donde se encuentra la hemorragia subaracnoidea, por lo tanto es indispensable tratar el aneurisma para que se establezca el estado del paciente y se eviten complicaciones.
La prueba suplementaria sería el arteriografía en la que el medico inserta un catéter dentro del arteria y inyecta un tinte de contraste en los vasos. El tratamiento sería también endovascular y consistiría de una embolización a través de espirales extraíbles colocadas en el aneurisma para llenarlo, reducir el flujo sanguíneo hacia el interior y hacer que la sangre se coagule.