DIAGNÓSTICO FINAL: Hemorragia por Cavernoma troncoencefálico
DISCUSIÓN:
TC craneal simple:
Primeramente ante un paciente que se inicia código ictus el TC craneal simple es la primera prueba de elección. A nivel de urgencia el TC está más disponible y es más rápido ya que solo tarda 5-10 segundos permitiéndonos tomar decisiones rápidas y cribar pacientes, así como su bajo coste y probada disponibilidad, mientras que la RM tarda siendo rápidos 15 minutos.
El hallazgo que podemos encontrar en el TAC es una lesión hiperintensa en el troncoencefálico correspondiente a un hematoma.
La hemorragia intracerebral (HIC) espontánea o no traumática representa aproximadamente el 15% de todos los ictus cerebrales. Otras posibles causas son malformaciones vasculares, tumores, trombosis de senos venosos, hemorragia hipertensiva y coagulopatías, no resultando siempre fácil llegar a un correcto diagnóstico etiológico.
Debido a la edad y a la localización de la lesión es sugestivo de una malformación arteriovenosa, por lo que se detiene el código ictus y se realiza una RM con contraste.
RM con contraste:
Cuando hay un hematoma a nivel troncoencefálico (en este caso en la protuberancia) que no es normal siempre se hace una RM o AngioTac para ver si hay algo debajo causante del hematoma. En este caso se le realizó una RM con contraste.
Los hallazgos radiológicos que encontramos son: red de venas dilatadas con disposición radial que convergen en una vena dominante llamado signo de «la cabeza de medusa» . Se trata de una anomalía del desarrollo venoso o angioma venoso que está justo por debajo del hematoma y se suele asociar con cavernomas.
Cuando los cavernomas provocan una hemorragia esta puede verse en el TAC, pero el cavernoma en sí puede que no se vea o se vea mal en el TAC porque está debajo de la hemorragia. Realizando una RM como en este caso se puede ver el cavernoma.
Las anomalías del desarrollo venoso (ADV), antiguamente angiomas venosos, son las anomalías vasculares intracraneales más frecuentes y se asocian con cavernomas hasta en un 30% de casos. Aunque son consideradas hallazgos incidentales, algunas veces son causa de hemorragia intracraneal, trombosis o infarto venoso.
Los cavernomas son lesiones hamartomatosas vasculares formadas por espacios vasculares sinusoidales, sin parénquima cerebral entre ellos (lo que los distingue de otras malformaciones vasculares). Estas lesiones no tienen un carácter neoplásico. La prevalencia de los cavernomas es algo menor al 1% en la población en general. Son la segunda malformación vascular más frecuente. Suelen aparecer entre la 4º-5º década de la vida, sin diferencias significativas entre sexos. Se ha propuesto la teoría de que los cavernomas se forman a partir de una anomalía del desarrollo venoso, ya que se sabe que hasta en el 30% de los casos, los cavernomas se asocia a la presencia de anomalías del desarrollo venoso. La mayoría son asintomáticos y cuando producen clínica, distinta según la localización, suele ser secundaria a hemorragia. Hay cavernomas supratentoriales e infratentoriales (siendo el sitio más frecuente en la protuberancia). Justo en este caso clínico se encuentra en la protuberancia.
En cuanto a la presentación clínica de los cavernomas a nivel del troncoencéfálico predomina la presentación como déficit neurológicos progresivos y hemorragias.