DIAGNÓSTICO FINAL: Hemorragia Subaracnoidea (HSA) secundaria a rotura de aneurisma de la arteria comunicante anterior.
DISCUSIÓN
La hemorragia subaracnoidea (HSA) es un sangrado en el espacio subaracnoideo causado por una ruptura espontánea de un aneurisma o por un traumatismo craneoencefálico. Alrededor del 80-85% de las HSA son debido a ruptura de aneurismas cerebrales espontáneos.
Es una enfermedad potencialmente mortal, que rápidamente da lugar a discapacidades graves y permanentes.
Entre los factores de riesgo tenemos la hipertensión arterial, el tabaquismo, la ingesta de alcohol, la edad entre 40-60 años y el sexo femenino (entre 1,6-4,5 mayor riesgo en comparación con el sexo masculino).
El síntoma clínico más importante es la cefalea en trueno asociada o no a alteraciones neurológicas. Esta cefalea es descrita como la peor cefalea de la vida que puede ir acompañada de vómitos, naúseas y pérdida de conciencia.
El diagnóstico se basa en signos clínicos y neuroimagen. La Tomografía Computarizada (TC) sin medio de contraste es el Gold estándar diagnóstico, ya que tiene una sensibilidad del 100% en las seis primeras horas, si se realiza en las primeras 24 horas del inicio de los síntomas se observará hiperdensidad (sangre en el espacio subaracnoideo) en el 90% de los casos. Con el paso de las horas la sensibilidad del TC disminuye ya que se reabsorbe la sangre en el espacio subaracnoideo. Si el TC es positivo para HSA se debera realizar un angio TC (estudio vascular con contraste) que documentará el aneurisma y tiene una sensibilidad de 97-98%. Ante TC negativa y alta sospecha clínica está indicada la realización de Punción Lumbar (PL), si se documentan eritrocitos o xantocromía (coloración amarillenta o rojiza) en el líquido cefalorraquídeo es diagnóstico de HSA y se deberá realizar un angio TC. Sin embargo, su uso es controvertido ya que puede verse alterado por sangrado en el sitio de punción. La resonancia magnética y la angiografía por resonancia magnética tienen una sensibilidad de 95% y una especificidad de 89% para detectar sangrado, por lo que tiene menor sensibilidad que la angio TC y un alto coste.
El tratamiento debe ser individualizado en cada caso y valorando el estado del paciente. El tratamiento puede ser quirúrgico, tratamiento endovascular y tratamiento médico. En este caso clínico expuesto, debido a la situación neurológica y hallazgos clínicos sugestivos de compresión de tronco, no se consideró indicada ninguna actitud terapéutica por el mal pronóstico funcional y vital del paciente.