DIAGNÓSTICO FINAL
Hemorragia de la matriz germinal grado III.
DISCUSIÓN
La ecografía transfontanelar es la principal prueba de imagen empleada para la visualización del encéfalo en el recién nacido. Entre sus ventajas se encuentra la ausencia de radiación, su fácil acceso, que sea una técnica dinámica y no invasiva, así como la posibilidad de valorar los principales vasos del cerebro mediante el Doppler. Todos los bebés prematuros de menos de 30 semanas de gestación deben someterse a una ecografía craneal con el fin de descartar, entre otras cosas, una hemorragia intraventricular (HIV). Además, atendiendo al deterioro neurológico que presenta este paciente, cabe destacar que la ecografía rutinaria en prematuros ha demostrado ser muy útil en el control de pacientes pediátricos con patología neurológica, siendo fundamental en la detección y control de patologías como la encefalopatía hipóxico-isquémica y los trastornos hemorrágicos.
La matriz germinal es una zona del cerebro altamente vascularizada cuyos vasos presentan paredes tan débiles que ante cualquier estrés perinatal pueden romperse y producir hemorragia. Este tipo de hemorragia solo se va a presentar cuando la matriz está presente, por lo que la problación diana se reduce a los bebés prematuros.
Estas lesiones se van a ver en ecografía como regiones hiperecogénicas cercanas al surco caudo-talámico, el cual se extiende paralelo al suelo del asta frontal del ventrículo lateral. También debemos distinguir el acumulo de sangre de los plexos coroideos normales puesto que también se ven hiperecogénicos. Por otro lado, para determinar el grado de hemorragia también debemos considerar si hay afectación del sistema ventricular con la presencia o no de hidrocefalia. Para ello, tomaremos como referencia el ancho del asta frontal del ventrículo lateral, que en el caso de un bebé de 26 semanas, como es el del caso, debe ser de aproximadamente 1,1 mm. Otra de los aspectos a tener en cuenta para el grado de hemorragia es si hay extensión al parénquima. Los grados son los siguientes:
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- Grado I: Limitada a la matriz germinal.
- Grado II: Hemorragia intraventricular sin hidrocefalia.
- Grado III: Hemorragia intraventricular con hidrocefalia.
- Grado IV: Hemorragia parenquimatosa (por infarto venoso).
Teniendo en cuenta las características clínicas junto con los hallazgos radiológicos y la epidemiología de la lesión, la primera opción de diagnóstico va a ser una hemorragia de la matriz germinal, la cual se da va a dar en el 67 % de los bebés nacidos prematuramente a las 28-32 semanas y en el 80 % de los nacidos entre la 23 y 24 semanas de gestación.
La dilatación ventricular también nos orienta hacia el diagnóstico definitivo, junto con la presencia de hemorragia, puesto que en el caso de que solo nos encontrásemos con esta última podría hacernos confundir con un plexo coroideo normal, aunque en condiciones normales el plexo coroideo no se extiende anteriormente al surco caudo-talámico. Si nos encontrásemos con una ecogenicidad superior también tendríamos que considerar como diagnóstico la leucomalacia periventricular temprana, la cual habría que confirmar con RMN puesto que es más sensible que la ecografía en la detección y caracterización de estas lesiones.
Por otro lado, la lesión isquémica se descarta porque tendrían que estar afectadas la región subcortical o ganglios basales, además de que es más común en bebés a término. Por último, tampoco pensaríamos en una infección del SNC porque en este caso aparecerían calcificaciones periventriculares.
En el caso de este paciente no se realizó ninguna otra prueba complementaria. No obstante, si que se podría solicitar una RMN en caso de empeoramiento y/o para valorar lesiones más específicas de la sustancia blanca periventricular o de sustancia gris profunda. También permite descartar otras causas de encefalopatía como la mencionada leucomalacia periventricular, hemorragias intracerebrales, neoplasias o malformaciones, siendo en estos casos más sensible y específica que la ecografía.
Por último, es importante señalizar que en este tipo de pacientes habría que realizar un seguimiento ecográfico cerebral semanalmente.