DIAGNÓSTICO FINAL
Cáncer de mama derecho con diseminación linfática axilar
DISCUSIÓN
El cáncer de mama es el más frecuente y constituye la primera causa de muerte por cáncer en la mujer.
Respecto al cáncer de mama en hombres, es relativamente menos frecuente, aunque su incidencia ha ido en aumento. El manejo está basado en la extrapolación de las técnicas de cáncer de mama en mujeres. Sin embargo, existen características únicas que sería interesante estudiar, para mejorar el manejo y pronóstico de esto pacientes.
La alta incidencia de esta enfermedad motivó la creación de los programas de detección precoz o cribado que se iniciaron en España en mujeres en 1990. En estos cribados la prueba de elección es la mamografía ya que es la única prueba capaz de detectar de forma precoz las lesiones producidas por el cáncer de mama.
Entre las pruebas radiológicas utilizadas para el diagnóstico de patologías mamarias encontramos:
1. Mamografía: Es el método diagnóstico principal en la patología de mama y como ya se ha mencionado es la indicada para el
diagnóstico precoz en mujeres asintomáticas.
2. Ecografía: Es la segunda prueba más utilizada. Permite diferenciar las lesiones quísticas y sólidas. Es la prueba de elección en menores de 35 años y ayuda al diagnóstico en mamas densas, donde pueden pasar desapercibidas algunas lesiones en la mamografía.
3. Resonancia magnética: Se trata de una prueba anatómica y funcional, ya que se administra contraste endovenoso (gadolinio) y se valora la captación de la lesión, siendo la del cáncer intensa y precoz respecto a la del parénquima normal. También se usa en la estadificación pre-quirúrgica del cáncer.
4. PET-FDG: Es una de las últimas pruebas incorporadas al diagnóstico del cáncer de mama. Tiene especial interés en mamas densas o protésicas, en las que la mamografía presenta una disminución de sensibilidad y en la detección de lesiones
múltiples.
Respecto a las lesiones sospechosas de malignidad que se buscarán en las pruebas mencionadas encontramos nódulos irregulares, de contorno mal definido e hiperecogénicos en ecografía, distorsiones de la arquitectura, asimetrías o diferentes respecto a la otra mama o microcalcificaciones.
El sistema BIRADS permite estandarizar los hallazgos mamográficos, permitiendo crear un lenguaje universal y clasificar las lesiones según la sospecha de malignidad y la actitud que se debe tomar.
– BIRADS 0: No concluyente. Se deben realizar más pruebas
– BIRADS 1: mama normal. Se incluyen los hallazgos no sospechosos de malignidad como calcificaciones dérmicas o vasculares. No se realiza seguimiento (mamografía de cribado a los dos años).
– BIRADS 2: lesión benigna. En esta categoría entran los quistes simples o con hilio graso demostrados con ecografía. No requieren biopsia ni seguimiento especial ya que no aumentan el riesgo de cáncer de mama.
– BIRADS 3: lesión probablemente benigna (<2% de riesgo de malignidad). Lesiones que no son definitivamente benignas y por tanto no clasificables en la categoría BIRADS 2, como nódulos de contorno regular, bien definido y de densidad similar al parénquima, densidades focales…
Se realizará control a los 6 y 12 meses. Si a los 2 años no ha habido cambios en la lesión que requieran modificar la categoría a 4-5, se considera un tiempo suficiente para reconocer la lesión como benigna (BIRADS 2)
– BIRADS 4: Lesión probablemente maligna (23-44% de riesgo de malignidad). Se incluyen nódulos irregulares, de contorno lobulado/mal definido o de densidad superior al parénquima, microcalcificaciones pleomórficas, distorsiones arquitecturales como espiculaciones irradiadas y adenopatías axilares. Se necesita un estudio histológico.
– BIRADS 5: lesión maligna (79-99% de riesgo de malignidad). Son lesiones muy sugerentes de malignidad como nódulos irregulares, espiculados o de alta densidad o microcalficicaciones ramificadas. La actitud será una confirmación con biopsia donde se espera encontrar un cáncer.
– BIRADS 6: lesión maligna confirmada con biopsia.