7.DIAGNOSTICO FINAL: Neumonía neumocócica necrotizante con empiema pleural
8.DISCUSIÓN
Para el diagnóstico y tratamiento de la neumonía necrotizante son necesarias las pruebas de imagen tales como la radiografía y la tomografía computarizada. En el caso de identificar derrames pleurales, debe de tomarse una muestra del líquido pleural para examinarlo y drenarlo si hay pus o bacterias.
–RADIOGRAFÍA DE TÓRAX:
Esta prueba de imagen es una herramienta diagnostica fundamental en el manejo de pacientes con neumonías u otras enfermedades respiratorias. Las razones por las que se realiza esta prueba de manera inicial en pacientes que presentan una clínica compatible con estas patologías son diversas.
–Accesibilidad y disponibilidad: su acceso rápido y relativamente económico la convierte en una opción práctica como primera línea de evaluación de pacientes con síntomas respiratorios.
–Rapidez: proporciona imágenes rápidas que ayudan a los médicos a confirmar la presencia de anomalías pulmonares, tales como consolidaciones o infiltrados, característicos de neumonía.
–Establece un diagnóstico preliminar: Aunque la radiografía de tórax puede no ser tan sensible como otras pruebas de imagen (TC), puede proporcionar suficiente información para establecer un diagnóstico preliminar de neumonía. Si se observan opacidades pulmonares características de neumonía, se puede iniciar el tratamiento temprano mientras se espera confirmación adicional con pruebas más sensibles (si fuese necesario).
-Menor exposición a radiación: en comparación con la tomografía computarizada, que implica una mayor exposición a la radiación, la radiografía de tórax tiene una dosis de radiación significativamente más baja, lo que la hace más segura, especialmente para poblaciones sensibles como los niños y mujeres embarazadas.
TAC CON CONTRASTE DE TÓRAX:
Esta prueba se recomienda para evaluar el suministro vascular pulmonar, es decir, la perfusión sanguínea del parénquima pulmonar. Por tanto, esta prueba es ideal para descartar la presencia de pequeños abscesos en el parénquima, lo que nos guiaría hacia una cavitación precoz como consecuencia de una neumonía necrosante (complicación poco frecuente de la neumonía neumocócica). Estas áreas pueden ser difíciles de ver en una radiografía debido a su tamaño, ubicación y superposición con otras estructuras pulmonares.
Por otro lado, el TAC con contraste es más sensible para detectar la presencia de líquido en la cavidad pleural, así como para identificar qué tipo de líquido es (pus, sangre u otro fluido). También proporciona información sobre la extensión del empiema (en el caso de que hubiese), y su gravedad, aportándonos claridad sobre si es necesario o no realizar un drenaje quirúrgico de dicho liquido pleural.
Como conclusión, a pesar de realizar la radiografía de tórax como primera prueba de imagen en pacientes con síntomas respiratorios, el TAC con contraste ofrece imágenes más detalladas y definidas del parénquima pulmonar, lo que permite una evaluación más precisa de la extensión y gravedad de una neumonía necrotizante. Gracias al contraste, se pueden resaltar áreas de necrosis para poder distinguirlas mejor del tejido circundante.