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Caso 36

     
 

Autor:

 

Marta Ros Diaz

 

 

DIAGNÓSTICO FINAL

DIAGNÓSTICO FINAL: Neumonía redonda

DISCUSIÓN La neumonía redonda es un subtipo raro de neumonía lobar debida a un defecto del desarrollo del tejido conectivo (poros de Köhn y canales de Lambert). Esta es más típica de la edad pediátrica, sin embargo, es la forma menos habitual de presentación de una neumonía en el niño. Por otro lado, el agente etiológico más frecuente es el neumococo.

Los síntomas y alteraciones analíticas suelen ser disnea, tos, fiebre, dolor torácico, taquipnea, leucocitosis, neutrofilia, elevación de la proteína C reactiva y velocidad de sedimentación globular.

Radiológicamente, la neumonía redonda suele presentarse como una consolidación solitaria hiperdensa, adyacente a la pleura y a veces con broncograma aéreo. El diagnóstico de neumonía redonda debe realizarse en niños que tengan la presentación clínica típica junto con radiografías de tórax que demuestren los hallazgos característicos. Las radiografías de tórax son suficientemente sensibles y altamente específicas para el diagnóstico de neumonía adquirida en la comunidad y la evaluación de posibles complicaciones. Por otra parte, el TC puede proporcionar más información que las radiografías simples, pero debe reservarse para situaciones específicas como infecciones pulmonares complicadas y pacientes inmunocomprometidos. En el contexto clínico apropiado, una radiografía de tórax con hallazgos típicos es suficiente para diagnosticar neumonía redonda. Después del tratamiento adecuado, es útil una radiografía de seguimiento para garantizar la resolución.

El diagnóstico diferencial de la Neumonía redonda se realiza con respecto a las neoplasias como por ejemplo el hamartoma, el blastoma pulmonar o las metástasis (tumor de Willms, osteosarcoma), otros procesos infecciosos como pueden ser un absceso, un granuloma (TBC, micosis) o incluso un quiste hidatídico y por último, con causas congénitas como un quiste broncogénico o malformaciones arteriovenosas.

En lo que se refiere al tratamiento, se recurre a la administración de antibiótico y tras finalizarlo, se solicita una nueva radiografía para comprobar que la enfermedad ha remitido o, si por el contrario persisten la imagen y la clínica, se debería realizar un TC de tórax. Por tanto se debe considerar la obtención de imágenes transversales con TC en presencia de una opacidad redonda en las radiografías de tórax en los siguientes casos:

  • Si las características clínicas no son consistentes con un proceso neumónico.
  • Si la opacidad redonda no desaparece después del tratamiento antibiótico adecuado.
  • Si hay signos radiológicos de origen no pulmonar en la radiografía de tórax.