6. DIAGNÓSTICO FINAL: Apendicitis aguda perforada con absceso.
7. DISCUSIÓN
La apendicitis consiste en una inflamación del apéndice que va a causar dolor en la fosa ilíaca derecha (FID). Cuando el apéndice se infecta o bloquea, se produce inflamación. Estos bloqueos pueden ser causados por materia fecal, cuerpos extraños o por un tumor. El dolor puede ser difuso al principio, comenzando por la parte del ombligo, pero conforme avanza la infección se va haciendo más agudo, severo y localizable.
Esta inflamación puede llevar consigo una serie de síntomas secundarios entre los que encontramos:
- Dolor agudo que empeora con punzadas en abdomen o espalda.
- Hinchazón o sensibilidad del abdomen.
- Náuseas o vómitos.
- Fiebre alta
- Diarrea o estreñimiento
- Incapacidad para eliminar el gas
Vamos a utilizar una serie de pruebas para diagnosticar la apendicitis que incluye:
- Examen físico: un profesional de atención médica puede aplicar una presión suave sobre la zona dolorida. Cuando la presión se libera, el dolor de apendicitis suele empeorar
- Análisis de sangre: esta prueba comprueba si el recuento de glóbulos blancos es elevado. Un recuento alto de glóbulos blancos (leucocitos) podría significar la presencia de una infección. En referencia a nuestro caso clínico, el paciente tiene una elevada cantidad de leucocitos y neutrófilos.
- Análisis de orina: es posible que se haga una prueba de orina, también llamado análisis de orina. Un análisis de orina garantiza que el dolor no se debe a una infección de las vías urinarias ni a un cálculo renal.
- Estudios por imágenes: también es posible que te hagan estudios por imágenes para confirmar la apendicitis o encontrar otras causas del dolor.
¿Qué tipo de estudio se hace y por qué?
La primera prueba que vamos a realizar va a ser una ecografía abdominal ya que es un estudio rápido, no invasivo (por lo que no va a dañar a nuestros pacientes) y se va a poder utilizar en niños y en embarazadas. Esta prueba va a tener una sensibilidad entre 60-96% y aún más alta especificidad 83-98% pero no eran todo lo deseable. Además, se considera una prueba radiólogo-dependiente, es decir, el diagnóstico va a depender de si el médico ve de forma correcta la patología.
En cuanto a la ecografía realizada a nuestro paciente, se observa una estructura anecoica con paredes ecogénicas, es decir, una colección. Para obtener una mayor información sobre la patología vamos a realizar una segunda prueba de imagen.
La segunda prueba de imagen que vamos a realizar va a ser una TC abdominopélvica con contraste. Entre las ventajas de esta prueba encontramos una mayor especificidad y sensibilidad en comparación con la ecografía, así como que no es operador dependiente y puede realizar diagnóstico diferencial con otras patologías abdominales.
Lo realizamos con contraste porque nos ayuda a acercarnos más al diagnóstico, ayuda a identificar con una mayor precisión las estructuras anatómicas, así como posibles anormalidades en ellas, como la presencia de líquido libre o abscesos que es lo que ocurre en nuestro paciente.
En relación a nuestro caso clínico, en la ecografía abdominal observamos un apéndice de un tamaño mayor de lo normal y por los datos del análisis de sangre podemos asegurar que el paciente presenta una inflamación e infección de esta estructura.
Además, en la flecha del TAC se observa un absceso periapendicular, complicación de una apendicitis perforada que es nuestro diagnóstico final. Vemos un engrosamiento de la grasa periapendicular, señal de una inflamación bastante grave. La parte oscura que señala la punta de la flecha corresponde a gas, lo que sugiere infección con presencia de absceso.