DIAGNÓSTICO FINAL
Infarto isquémico
El ictus isquémico se produce por una reducción en el aporte de sangre cerebral, provocando una alteración transitoria o definitiva del funcionamiento de una o varias partes del cerebro. Representa cerca del 85% del total y ocurre como consecuencia de la oclusión aguda de vasos cerebrales, principalmente por presencia de trombos o embolismos. La incidencia se estima en 150-200 casos por 100.000 habitantes/año y es la tercera causa de mortalidad en España.
DISCUSIÓN
Ante la presencia de un infarto agudo y la necesidad de realizar un diagnóstico rápido del infarto porque necesitamos saber si el paciente tiene o no un infarto agudo, tendríamos dos formas de hacerlo si el TAC craneal es normal. Así, si el neurólogo no tuviera claro el diagnóstico pero tuviera que tratar tendría dos opciones: o realizarle un TAC perfusión para buscar la hipoperfusión o hacerle una resonancia difusión o difusión-perfusión.
El TAC es la prueba de elección neurorradiológica en todo paciente con sospecha de ictus debido a su rapidez de ejecución, así como su amplia disponibilidad en la mayoría de Servicios de Urgencias y su rapidez de ejecución. Es una técnica que permite diferenciar con gran precisión un ictus isquémico de uno hemorrágico y, por tanto, descartar la posible presencia de lesiones intracraneales de origen no vascular causantes del cuadro ictal como un tumor o un hematoma subdural. Hay una serie de signos precoces de isquemia que pueden detectarse con el TAC como son el borramiento del núcleo lenticular, el borramiento de los surcos de la convexidad, hipodensidad del parénquima cerebral…
Como podemos observar en la resonancia magnética difusión, el paciente presenta un ictus cerebeloso isquémico. La resonancia magnética de difusión es una técnica que se basa en la observación de la movilidad de las moléculas de agua en el parénquima cerebral. Así, permite identificar el tejido cerebral con edema citotóxico que se corresponde al tejido isquémico no viable. Esta técnica tiene una sensibilidad del 88-100% y una especificidad del 95-100% en la identificación de un ictus isquémico.
La resonancia magnética perfusión se realiza a partir de la administración de contraste paramagnético por vía intravenosa y en forma de bolo. Así, es posible obtener información sobre el estado de la microcirculación cerebral. Es una técnica similar a la anterior. La diferencia radica principalmente en que esta técnica permite identificar el tejido isquémico, independientemente de que sea viable o no, mientras que la anterior identificaba tejido no viable. La integración de las imágenes realizadas con ambas técnicas permite identificar el tejido cerebral sometido a isquemia que todavía es potencialmente recuperable si se consigue restaurar la perfusión cerebral.