Elegimos la PAAF ecoguiada por las siguientes razones:
- Tenemos la suficiente información estructural de la lesión como para utilizar otras técnicas de imagen que nos puedan aportar información relevante.
- Parece no haber riesgo de diseminación de las células tumorales con este procedimiento. Existe una fuerte controversia respecto a la utilización de PAAF o biopsia, puesto que la biopsia, si bien puede aportar más información, tiene un alto riesgo de diseminar células tumorales.
- La posibilidad de dañar el nervio facial (que recordemos que atraviesa el espesor de la glándula parótida) es prácticamente cero.
DIAGNÓSTICO Y DISCUSIÓN FINAL.
La PAAF confirma la sospecha del médico y se trata de un adenoma pleomorfo de parótida.
Radiológicamente, la sospecha del médico se basa principalmente en los criterios que definen determinados estudios (referencia 6) para identificar masas benignas en la parótida como es el caso del adenoma pleomórfico (que en este caso, se cumplen dichos criterios):
1.Contorno bien definido.
2.Forma regular, ocasionalmente lobulada.
3.Estructura homogénea.
4.Vascularización pobre.
Sin embargo, se insiste en que la ecografía por sí sola no constituye un método del todo fiable para discernir masa benigna de maligna, por lo que hay que recurrir a la PAAF.