En la imagen, se observa una zona edematizada correspondiente a los lóbulos temporales y región insular (fundamentalmente izquierda). Apareciendo así la región afecta hipertensa, distinguiéndose del tejido circundante.
En cuanto al edema, se correspondería con la región patológica del lóbulo temporal izquierdo, siendo el hemisferio derecho no patológico.
Diagnóstico: Encefalitis Herpética
Encefalitis Herpética
La TAC es un método muy útil en el diagnóstico imagenológico temprano de la encefalitis herpética. Los hallazgos más típicos reflejan hipodensidad en las regiones orbitofrontales y temporales anteromediales, con frecuencia asociadas con efecto de masa y un realce irregular si usamos contraste.
En un primer momento, en la TAC sólo observamos cambios edematosos sutiles en los lóbulos temporal (región media o anteromedial) y frontal (circunvoluciones orbitofrontales), que se hacen claramente aparentes a partir del quinto día. A partir de este momento, comienzan a hacerse visibles signos claros del proceso hemorrágico y necrotizante en las regiones frontal y temporal. Estos procesos pueden ser unilaterales o bilaterales asimétricos.
Las zonas de hemorragia se observan hiperdensas y de distribución irregular. Además, uno de los signos más característicos de encefalitis herpética en la TAC sería la extensión del proceso edematoso y necrotizante hacia la sustancia blanca subinsular y la corteza insular, observándose éstas hipodensas, permitiendo así la visualización clara del borde lateral del putamen aparentemente bien preservado.
La RMN es el método diagnóstico de elección para la encefalitis herpética, muy útil para el diagnóstico precoz y seguimiento. En ella observamos hipointensidad en la secuencia T1 e hiperintensidad en la secuencia T2 en las zonas temporales y orbitofrontales, asociadas a edema y efecto masa en grado variable.
En diferentes cortes axiales y coronales podemos observar las tres estructuras del sistema límbico más frecuentemente afectadas: cíngulo, hipocampo y lóbulo temporal. En un primer momento, a los pocos días del inicio de los síntomas, observamos ligeros cambios de intensidad en la región cingular, temporal y proceso unciforme. Las semanas posteriores observamos gran progresión hacia la región hipocampal, paraseptal, circunvolución del cíngulo y polos temporales. No es hasta la cronificación de la enfermedad cuando comenzamos a observar pérdida de volumen en las circunvoluciones del lóbulo temporal y la corteza insular, así como aumento del tamaño de los ventrículos por pérdida de volumen.