COMENTARIO:
Los cavernomas son lesiones hamartomatosas vasculares, no encapsuladas y bien delimitadas formadas por espacios vasculares sinusoidales, sin parénquima cerebral entre ellos. Representan uno de los 4 grandes tipos de malformaciones vasculares del sistema nervioso central, junto a las anomalías del desarrollo venoso, las malformaciones arteriovenosas y la telangiectasia capilar. Como habitualmente son asintomáticos, su frecuencia real no es bien conocida. Según series de autopsias, su prevalencia oscila en torno al 0,4% de los individuos, constituyendo del 5 al 13% de todas las malformaciones vasculares cerebrales.No existe predilección por sexos y suelen debutar entre la 2ª y la 5ª década de la vida.
Inicialmente se creía que todos tenían un origen congénito. Sin embargo, se ha visto que son lesiones dinámicas en las que se producen cambios a lo largo del tiempo (aparecen de novo, pueden crecer y pueden reducir su tamaño). Hay factores que pueden influir en su formación de novo, como la irradiación craneal, las infecciones por ciertos virus o influencias hormonales, entre otros.
En cuanto a su localización, los cavernomas supratentoriales son los más frecuentes (80%). Afectan principalmente a la región subcortical y a los lóbulos frontales y temporales.
Su presentación clínica más habitual son las crisis epilépticas (pudiendo ser parciales o generalizadas), generalmente relacionadas con hemorragias en su interior, aunque también con cefalea y otros déficits neurológicos según su localización.
Tienen las características radiológicas que se han comentado en los apartados anteriores:
-El TAC detecta tan solo un 30-50% de los cavernomas. En él se presentan como lesiones nodulares de alta densidad y con mala definición. El parénquima circundante suele ser normal, sin existir efecto masa ni edema vasogénico asociado. Con la administración de contraste intravenoso se evidencia poco o ningún realce.
-La RMN es el “gold standar” para diagnosticar y evaluar los cavernomas. La imagen más típica de los cavernomas no complicados es conocida como “lesión en palomitas de maíz”: núcleo de señal heterogénea predominantemente hiperintenso en T2 rodeado por un anillo completo de hemosiderina hipointenso.
-Sólo si el diagnóstico no se consigue realizar con TAC o RMN estaría indicada una arteriografía para descartar una malformación arteriovenosa. El cavernoma, junto con la malformación arteriovenosa trombosada y la telangiectasia capilar, conforma el grupo de malformaciones vasculares “angiográficamente ocultas”, cuya característica común es la ausencia de anomalías vasculares debido a un flujo sanguíneo lento.
En resumen y cómo podemos ver, puesto que la clínica que presenta nuestra paciente es muy inespecífica, el diagnóstico por imagen es fundamental para poder llegar al diagnóstico definitivo de esta patología.