Ante una paciente con nuestras características, la prueba de imagen de elección que se solicitaría sería una TC cerebral simple. Posteriormente, ante los hallazgos más inmediatos se decide realizar una TC cerebral con contraste intravenoso. La TC proporciona información detallada de lesiones craneales: infartos, tumores, y otras lesiones cerebrales que no pueden ser obtenidas con los estudios radiológicos convencionales. Permite valorar el hueso, las partes blandas y los vasos sanguíneos en el mismo estudio. Es el método de elección para el cribado rápido en pacientes con traumatismos para detectar sangrado y otras condiciones que comprometan la vida del paciente.

Aunque en nuestro caso no hiciera falta para el diagnóstico, la siguiente prueba complementaria a realizar sería la RMN con contraste, pues permitiría caracterizar mejor la lesión. La RMN muestra las estructuras cerebrales más claras y con más detalle que el resto de las pruebas de imagen. Pero como hemos mencionado anteriormente, la prueba de elección es la TC, ya que está más fácilmente disponible, se realiza en un corto tiempo y con un costo razonable menor que el de la RMN.