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Caso 11

     
 

Autor:

 

Rosa María Navarro López

 

 

DIAGNÓSTICO FINAL

Una vez visualizamos los cortes de TC, encontramos una masa hiperdensa respecto a la densidad normal en la luz de la vena cava inferior. Se corresponde con la hiperdensidad de la radiografía (L1-L2).

Diagnóstico: Fuga de cemento vertebral a la vena cava inferior.

Discusión radiológica:

La cirugía de columna es una intervención cada vez más frecuente dada la gran prevalencia de dolor lumbar de diferentes etiologías, que suele ser multifactorial. La decisión de la técnica de imagen dependerá del tipo de cirugía, utilización del material ortopédico y sospecha clínica.

El abordaje inicial de seguimiento posquirúrgico en un paciente intervenido con tornillos en las vértebras se hace con radiografía convencional. Esto se debe a que se utiliza instrumental metálico, que no está alterada por el artefacto que se produce en otras técnicas radiológicas, como pueden serlo TC o RMN. Se deben realizar las proyecciones pertinentes –en este caso, perpendiculares a los tornillos- y centradas, que nos permitan evaluar la relación entre los tornillos y el hueso subyacente, así como la presencia de complicaciones.

Para valorar estructuras óseas o calcificaciones patológicas utilizaremos el TC, teniendo en cuenta siempre el artefacto que producen los dispositivos ortopédicos metálicos.

En el caso de sospecha de complicaciones postquirúrgicas, el método de elección será la RMN. La razón se basa en que tendremos una gran resolución espacial y de contraste, que nos permitirá evaluar la anatomía vertebral, partes blandas, médula ósea, discos intervertebrales y contenido intraespinal. Asimismo, también la existencia de infecciones o tumores.

Primeramente, nos centraremos en la correcta alineación de los cuerpos vertebrales, el estado de los discos y partes blandas, y por último, en la correcta colocación de los tornillos. Además, al tratarse de una mujer postmenopáusica, tendremos muy en cuenta la densidad ósea de los cuerpos vertebrales, por el riesgo de sufrir aplastamientos u otras complicaciones derivadas de la osteoporosis.

El abordaje quirúrgico más utilizado es la línea media posterior, por lo que es frecuente ver asimetría en los planos musculares y la grasa, así como pequeños seromas y edemas del tejido celular subcutáneo. Estos hallazgos radiológicos los consideraremos normales en los primeros meses después de la operación.

Se debe valorar la integridad del material quirúrgico y su colocación. Para ello, el método de elección será la radiografía, aunque si existe sospecha clínica que no se resuelve con la radiografía, se realizará un TC. En este caso encontramos una fuga de cemento vertebral al terreno venoso. Para su diagnóstico, hemos utilizado la radiografía simple de abdomen; ha sido un hallazgo casual. Puesto que no se pueden ver las estructuras afectadas en este proceso, se realiza un TC. Contemplamos diferentes complicaciones derivadas de la fuga, siendo la de mayor importancia el desprendimiento de un trozo de cemento que actúe como émbolo en el torrente circulatorio. No obstruye la vena cava, pero sí genera una zona de turbulencia hemodinámica, y por tanto, existe un riesgo incrementado de generar trombos, que actuarán como émbolos y produciendo microinfartos. Para evitar esta situación se prevé un tratamiento con anticoagulantes. Otra complicación a destacar sería la lesión de la vena cava inferior, e incluso rotura, situación de gran gravedad.

El aflojamiento del material ortopédico se puede evidenciar en la radiografía cuando observamos un área de hipoatenuación alrededor de más de 2mm de grosor.

En intervenciones de columna -con fusión principalmente, aunque también en descompresivas- se puede producir una aceleración de los cambios degenerativos discales. Lo objetivaremos con RMN por su capacidad de visualización de partes blandas y contornos discales.

Otras complicaciones, tales como fibrosis epidural, hernias discales o infecciones pueden producirse en pacientes que han sido intervenidos de cirugía de columna, razón por la cual el seguimiento radiológico se hace necesario. Para la adecuada valoración y elección de tipo de técnica radiológica a utilizar, es básico conocer los diferentes tipos de intervenciones e instrumentación, así como los cambios normales después de la operación y posibles complicaciones.