CONCLUSION:
Los fibroadenomas son los tumores benignos más frecuentes de las mamas, y suelen aparecer en mujeres de 15-35 años y se caracterizan por aumentar de tamaño durante la gestación, la lactancia y con la toma de anticonceptivos hormonales por ser un tumor estrógeno-dependiente. El método diagnostico de elección en mujeres jóvenes es la ecografía. Se recomienda en la mayoría de casos un seguimiento clínico y por imagen anual; optaremos por la extirpación quirúrgica en los siguientes casos: tamaño superior a 2 cm, rápido crecimiento, duda diagnóstica, pacientes con cancerofobia, si produce dolor o en mujeres mayores de 35 años.
Aunque los fibroadenomas producen lesiones muy características, es importante realizar una BAG para diferenciarlo del tumor filoide. Los tumores filoides, poseen una imagen ecográfica muy similar (lobulada, hipoecoico) a los fibroadenomas, aunque se diferencian en su ritmo de crecimiento, rápido es estos casos, además, este tipo de tumores pueden tener un comportamiento incierto (benigno, bordeline o maligno).
La otra lesión de gran tamaño que hallamos en el LICE de la misma mama, es un quiste mamario. Los quistes mamarios son una patología muy frecuente en el contexto de la mastopatía fibroquística, en la cual se produce una alteración en la proliferación del estroma y del parénquima mamario, produciendo colecciones líquidas (quistes) y tumores palpables. Es la enfermedad benigna más frecuente de la mama y, sobre todo, se da en mujeres premenopaúsicas. Normalmente no se tratan, pero en algunos casos (molestias, dolor) se pueden aspirar con PAAF ecoguiada.
Por último, señalar la importancia de seguir la secuencia diagnóstica de “CLINICA-IMAGEN-PUNCIÓN”, en el marco de las mastopatías. La historia clínica junto a la exploración física nos ofrece una idea de la presunta patología que sufre el paciente. Posteriormente, las técnicas de imagen (mamografía, ecografía, RM) nos sirven para caracterizar las lesiones y crear diversas hipótesis diagnósticas. Finalmente, la punción (PAAF, BAG), nos aportan el diagnóstico definitivo o anatomopatológico, mediante el cual podremos pautar las medidas terapéuticas más oportunas en cada caso.