Efectivamente, la primera prueba que se tiene que realizar para conocer la localización de las lesiones intratorácicas o pacientes con sospecha de patología torácica, es la radiografía de tórax, en sus dos proyecciones: posterior-anterior (PA) y lateral (Melero C et al., 2005; Vargas J 2011). Se realizan ambas, ya que en la radiografía PA el 25% del parénquima pulmonar está oculto por el mediastino, la silueta cardiovascular y los diafragmas, por lo que, en ocasiones, la anormalidad puede detectarse únicamente en la radiografía lateral de tórax (Chotas HG y Ravin CE, 1994; Mason, 2003). Asimismo, según Ketai et al. (2007) lo primero que se debe hacer para evaluar a un paciente con hemoptisis es la realización de radiografías de tórax PA y lateral. Del mismo modo, la mayoría de los autores señalan que es necesario incluir la radiografía lateral en los pacientes con síntomas referidos a los sistemas respiratorios, cardiovascular o con sospecha de afectación torácica como ocurre con nuestro paciente (García C y Pedrosa C, 2014; Sagel et al., 1974; Smuts et al. 1994).

Rx PA Tórax

Rx Lat Tórax

Lo primero que hay que hacer en una radiografía de tórax para interpretarla correctamente es responder a 7 preguntas básicas:

1. ¿Ambos pulmones están bien aireados y simétricos?

2. ¿Se ven nódulos, infiltrado o masa pulmonar?

3. ¿Son los senos costofrénicos y cardiofrénicos normales?

4. ¿Tienen las vértebras dorsales inferiores una menor densidad que las superiores?

5. ¿La silueta cardiomediastínica es normal?

6. ¿ Son los hilios normales y bilateralmente simétricos en tamaño y densidad?

7. ¿Son el esqueleto y las partes blandas normales?