Siempre que no exista cualquier contraindicación (como alergias, insuficiencia renal avanzada…) se realizará TAC con contraste yodado (intravenoso) puesto que permite la mejor diferenciación de estructuras, a la vez que permite ver como es la captación del contraste por la lesión. La TAC aporta generalmente información complementaria útil por su mayor exactitud para evaluar las características de la lesión (la presencia de calcificaciones o grasa en un nódulo o masa), su localización y la relación que presenta con estructuras vecinas. También nos va a permitir detectar pequeñas anomalías que pueden pasar desapercibidas en las radiografías de tórax. La inflamación o afectación de la pleura también puede ser evaluada mediante TAC. A su vez, también va a ser una prueba relevante para elegir la técnica de obtención de la muestra e incluso la orientación de la aguja de punción o biopsia.